Por: Carlos R. Alvarado Grimán
El Tte. coronel junto con sus adláteres y sicofantes han intentado lanzar un manto de silencio, sobre el escabroso escándalo que implica a altos funcionarios del régimen chavista en el perverso, pero lucrativo negocio del narcotráfico, que por extensión coloca al Estado venezolano en firme candidato para constituirse, en el primer narco-estado latinoamericano y segundo del mundo después de Guinea Bissau.
Las sólidas evidencias contra Venezuela, han sido repelidas con argumentos pueriles, por los altos jerarcas chavistas, apelando al expediente de la descalificación de los órganos investigativos internacionales o proyectando maniqueamente en terceros sus propias culpas. En adición ha echado andar todos los mecanismos distraccionistas necesarios, para que este tema fundamental sea pasado por alto en los distintos medios de comunicación.
Lo cierto es que a pesar del esfuerzo chavista, el mundo despierta del hechizo que encantó a los incautos y despistados de la política internacional. Nadie se come el cuento de las capturas de embarques de drogas por parte de las policías o la Guardia Nacional venezolana. Pocos creen en la destrucción de los alijos de drogas que reporta como capturados el Ministro de Justicia. Muchos se preguntan el por qué las incautaciones de grandes decomisos de drogas, pocas veces arrojan detenidos. Otros sospechan que los alijos supuestamente capturados por las autoridades venezolanas, reingresan al flujo constantes de vuelos clandestinos cargados de cocaína que salen desde el territorio venezolano hacia Europa y Estados Unidos.
A quienes preocupa el tema nos preguntamos ¿por qué El Tte. Coronel, quien desde su show mediático “Alo Presidente”, suele dictar órdenes al poder judicial para que arresten a sus adversarios políticos, no ordena inmediata aprehensión de los altos ex funcionarios y funcionarios en ejercicio señalados en reportes internacionales de ser enlaces, parte de las redes del narcotráfico y facilitadores para que el cartel de las FARC reciba: seguridad, apoyo logístico, armas, servicios médicos e inclusive cédulas de identidad y pasaportes venezolanos?; ¿ Por qué no ordena, el desmantelamiento del cartel del sol, grupo mafioso éste, supuestamente gestado y con vida propia dentro del componente Guardia Nacional? Las respuestas son más que obvias. No lo hará, porque no es fácil deslastrarse de las enmarañadas redes del crimen organizado y teme a las reacciones de los carteles de las drogas.
El Tte. Coronel como gran manipulador de la opinión pública, alega que Venezuela es un país victima del narcotráfico, que somos, como dice el Vicepresidente Carrizales, un país narco- transitante, Sin embargo, todos sabemos que esas circunstancias que arguye el gobierno, no eximen a Venezuela de sus responsabilidades con la comunidad internacional, para combatir este flagelo y de cooperar sin condiciones, para evitar que los volúmenes de exportación de drogas se incrementen tal y como ha ocurrido desde la llegada del Tte. coronel al poder.
La situación tiende a agravarse peligrosamente, los analistas más agudos del mundo alertan que el Tte. coronel nos arrastra en curso de colisión contra nuestro propio Armagedón. No precisamente derivado de ese mamarracho llamado socialismo del siglo XXI sino del Estado narcotraficante. ¡Que Dios nos agarre confesados!
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