17/10/09

Los pobres están más pobres


Mercal retrocede de 40 a 19% como punto de compra principal para consumidores
Los efectos de la inflación, en tendencia al alza en los últimos cuatro años, ya hacen mella en el presupuesto del consumidor, que ve cómo se afecta su capacidad de compra, principalmente en los estratos más pobres de la población.

De acuerdo con el estudio Pulso al Consumidor, elaborado por la encuestadora Datos a personas de entre 15 y 65 años de edad en 2.100 hogares de todo el país, la variación real del ingreso familiar ha iniciado un camino de descenso dentro de los niveles socioeconómicos C, D y E desde 2008, con valores no registrados desde 2004.

En términos reales, hasta septiembre de 2009 el ingreso de los hogares de los sectores D y E había variado negativamente en 14 y 13%, mientras que el estrato D muestra variación cero en este año. Esta magnitud de caída no se registraba desde 2004, cuando Datos calculó variaciones de -13%, -17% y 33% en los sectores C, D y E.

Asimismo, el resultado parcial de 2009 indica que la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores se ha acentuado este año frente a 2008, cuando los estratos C, D y E tuvieron variaciones de -8%, -8% y 8%, respectivamente.

Alie Charr, gerente de Datos, explica que esto se produce por el avance de la inflación, que ha superado el incremento nominal del ingreso en los últimos años. De acuerdo con el Banco Central, el comportamiento de los precios en Caracas arroja un incremento de 28,9% en los últimos doce meses; y de 18,5% hasta septiembre de 2009.

En tiempos de crisis

Las previsiones de consumo de productos masivos en una economía que se asoma a un año recesivo son inciertas, considera Datos.

En los 2.100 hogares encuestados, 73,4% de las personas afirmaron tener un ingreso fijo, promediándose además un gasto familiar de BsF 2.941.

Esas familias indicaron destinar 31% de sus ingresos a pago de servicios y 25% de sus recursos a compra de alimentos.

Sin embargo, los consumidores muestran tendencias a recomponer sus compras, adaptándose a la nueva realidad de poder adquisitivo más limitado.

De acuerdo con el estudio de Datos, el consumidor muestra tanto ajustes de compra como frustración por los niveles de desabastecimiento. En estas condiciones, el consumo se reduce en bienes durables, dándosele prioridad a la compra de productos básicos y no a los premium; y haciendo adquisiciones con más frecuencia pero de menos volumen.

Además, el escenario negativo socioeconómico impulsa que los hogares clasifiquen sus gastos en inamovibles (como aquellos del hogar o la alimentación) y sacrificables (telecomunicación o peluquerías).

Precisamente en la adquisición de alimentos el consumidor ha variado sus tendencias en los últimos cuatro años, enfocando sus preferencias de compras principales hacia los supermercados.

Alie Charr explica que en los supermercados casi 65% de los consumidores hacen su compra principal, con una frecuencia de 3 veces al mes. La red Mercal significa 19% de las compras principales, con una frecuencia de 4,5 ocasiones al mes. Resalta que hace cuatro años Mercal significaba el sitio de compra principal de 40% de los consumidores.

Datos precisa que esta variación ocurre porque "antes Mercal estaba más surtido".

Además, Charr detalla que se ha entendido que los precios son mejores en los supermercados. "La gente sabe que los productos no perecederos tienen precios mejores en esos establecimientos".

En este particular incide que las grandes cadenas de supermercados son fiscalizadas más de cerca por el Indepabis en el cumplimiento de los precios regulados impuestos por el Gobierno nacional, a diferencia de comercios más pequeños, normalmente en zonas populares.

Los abastos y bodegas, que implican compras más al detal o menudeo, están por debajo de 10%como punto de compra principal para los consumidores; e hipermercados representan el sitio de compra principal de 5% de los consumidores, con frecuencia de dos ocasiones al mes.

El Universal

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