Se destaparon varias ollas más de la corrupción que carcome a este régimen.
Son inocultables los nexos de personeros oficiales, tanto del gobierno como del PSUV, ligados a la magia financiera que se había constituido ante la "vista gorda" de Chávez. Era un secreto a voces lo que estaba ocurriendo como lo han demostrado corajudamente Ismael García, Teodoro Petkoff, Henry Ramos Allup, entre otros.
Se realizan movimientos altamente sospechosos. Digamos dos que ameritan investigación: la llegada al país de una alta delegación del gobierno cubano que se reunió a puerta cerrada con Chávez (suspendió ese domingo Aló Presidente) y luego en viaje relámpago, Chávez viaja a La Habana a entrevistarse con Fidel. Nadie sabe de que hablaron y no quisiera hacerme eco de los rumores que circulan porque no tienen la comprobación debida.
El Aló Presidente del domingo 29 de noviembre de 2009 es un indicio de cómo están los ánimos presidenciales. Agredió, descalificó, amenazó, regañó, hizo de todo en un tono chabacano y vulgar. Se nota que los alacranes sobre los que está sentado, según Müller Rojas, lo están mordiendo. Es el colmo de ello sostener que alrededor de él hay basura e incapaces. A Diosdado lo puso literalmente, una vez más, por el suelo con un piquete de casi llamarlo corrupto.
Son demasiados incidentes, accidentes, hechos que van conformando un rompecabezas. La cuestión está en armarlo. Ver los árboles y el bosque también.
En el campo de la disidencia, la tendencia es hacia la unidad, sin querer pintar un cuadro idílico.
Pero se avanza en esa dirección.
Debe aligerarse el paso y preparar el cambio que no tiene fecha predeterminada. Llegó la hora de cambiar. Hay que ganarle tiempo al tiempo en estos nueve meses que distan hasta las elecciones parlamentarias. Al ritmo que lleva la crisis política, económica y social se requiere afinar la política y adecuar la dirección a las nuevas exigencias. Es dirigirse al país, es unir a la inmensa mayoría de venezolanos que repudia lo que hace el autócrata y que quiere vivir en democracia, en paz, en libertad y con justicia social. Aspira a vivir en un país donde predomine la civilización y se entierren la barbarie y el odio, la exclusión y la discriminación. Donde nos respetemos unos a otros al comprender que toda sociedad es plural.
A Chávez le gusta repetir aquello que lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir. Pues bien, lo viejo es la autocracia militarista con tendencias totalitarias al estilo cubano, lo nuevo vivir en democracia con sentido social.
Toda crisis política tiene soluciones. La mayoría de las veces la astucia de la historia proporciona soluciones inéditas que se apoyan en realidades complejas y en las luchas democráticas en forma persistente con la presencia de las masas y con amplitud, lejos de todo sectarismo.
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