Barcelona.- Ni un solo euro de los 300 que le corresponde cada mes han cobrado desde hace 12 meses. Ante la falta de respuesta se han organizado, quieren denunciar la irregularidad y para ello han constituido la primera asociación de pensionados en el exterior.
Se trata de un grupo que reúne a aproximadamente a tres mil personas, que durante más de dos décadas trabajaron en Venezuela y ahora mismo no están viendo los frutos de su cotización al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Estas personas están a la espera de una respuesta concreta. Presumen que el gobierno actual sólo busca extender el tiempo para no pagar, incluso ¨jugar a que nos cansemos de esperar y ya no contemos con nuestro dinerito¨, asegura Marina Terán, de 71 años.
Para Terán, esta situación resulta realmente injusta por que aunque es española estuvo en Venezuela por 25 años trabajando, allí nacieron sus hijos y nietos. ¨Allí dejé mi juventud, respeté las normas y pagué mensualmente lo que correspondía al IVSS. Ahora que estoy para descansar y enferma, no puedo contar con esos 300 euros¨. Su familia decidió desde hace dos años abandonar su vida en Caracas y retomar su pasado en Málaga, ante el miedo que dominaba sus vidas por culpa del alto índice de inseguridad.
El caso de la familia Terán se repite en otras tres mil casos más, de venezolanos o españoles que trabajaron por más de 20 años y que hoy reclaman un derecho que considera se ha violentado descaradamente.
¨Aquí no se puede vivir con 300 euros pero por lo menos nos alcanza para comprar las medicinas. Es un dinero nuestro. Me da mucha impotencia leer las noticias de cómo Chávez regala millones de dólares a otros países cuando los venezolanos tenemos que pasar un vía crucis para cobrar una cifra tan pequeña¨ expone Luisa de Perales, de 67 años.
Las historias de injusticia como éstas se repiten entre las familias de pensionados. La mayoría de estos pensionistas vive en Canarias, Galicia, Madrid y Andalucía.
“El silencio es lo que más nos duele. Algunos están pasando mucha miseria por no cobrar lo que es nuestro”, subraya desde Tenerife Fernando G. Ni este canario de 70 años ni su mujer cobran la pensión desde febrero.
“La irregularidad en los ingresos siempre ha sido la tónica, pero esta vez es demasiado. Son nueve meses. Ya está bien”.
Fernando llegó a Venezuela a los 15 años. Allí trabajó como agente de seguros en una subsidiaria de AIG. Su mujer regentaba una tienda de ropa en Caracas. Los dos regresaron a Canarias en el 2000 y ahora viven de alquilar un par de apartamentos que compraron con los ahorros de toda la vida. Pero de sus pensiones, ni un euro. “He visto situaciones trágicas en el consulado. Gente que se ha quedado sin casa y sobrevive gracias a los comedores sociales”.
Respuesta gubernamental
En el Consulado cuando buscan ayuda, únicamente les proporcionan a los afectados el número telefónico de Carmen Arboleda, directora del Centro de Pensiones al Extranjero del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), órgano perteneciente al Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social y encargado de tramitar los pagos de pensiones. La funcionaria, al parecer, no atiende el teléfono.
Por otra parte, Iván López, uno de los afectados, asegura que la razón que argumentó el gobierno venezolano para congelar el pago de las pensiones a los solicitantes que residen en el exterior, consiste en que supuestamente éstos no han presentado los papeles exigidos.
“ Es la única información oficial que nos han dado en los consulados y oficinas oficiales de Venezuela en España. Pero es totalmente falso, por que el 95% de los jubilados que residimos en este país ha cumplido con cada una de la documentación pedida por el gobierno, incluso cuando no las cambiaban de un mes para otro”, agregó López.
José Moisés Fernández cree que una de las razones consiste en “el cambio de personal que se produjo en febrero en el departamento de pensiones al exterior. Chávez metió a los camisas rojas y les están tomando el pelo a los ancianos”.
Estos afectados insisten en que la única respuesta que siguen recibiendo es que no han enviado los documentos necesarios para cobrar, pero aseguran que no es cierto y que sólo se trata de una excusa. Todos han mandado sus fes de vida a través de los consulados o de mensajerías privadas, pero al parecer los consulados no lo tramitan en el tiempo exigido.
"A esto se une el resentimiento por parte del gobierno porque los venezolanos en España no quieren a Chávez en el poder”, comento Fernández.
Palabras al aire
El último contacto que tuvieron los jubilados en España con algún representante del IVSS fue en julio del 2009, cuando la responsable venezolana de las pensiones al exterior, Carmen Arboleda, mantuvo una breve reunión con algunos afectados y prometió que en 15 días empezarían a cobrar. No ha sido así.
“Todo son promesas rotas”, lamenta Francisco Martínez, de 62 años quien en 1999 volvió a Tenerife tras 37 años de trabajo en Caracas con la promesa de que él y su mujer cobrarían unos 600 euros mensuales. Enfermo del corazón, su angustia es “total”. “Chávez me quitó una finca, me congeló las cuentas en el 2001 y ahora no nos da la pensión. Sólo contamos con la ayuda de mi hermana desde EE.UU. Si no viviera en España, estaría muerto o en la cárcel”, apunta este hombre que distribuyó productos de cosmética en sus años jóvenes.
También Mary Luz Ojeda venezolana residente en Madrid, se pregunta por qué el Banco Santander (donde el IVSS tiene su cuenta matriz para las pensiones al exterior) no hace efectivos los pagos. Catedrática de Derecho en una universidad caraqueña, a sus 61 años se niega a volver a su país “porque allí no hay seguridad personal, ni política, ni jurídica. ¿Cómo voy a ejercer la abogacía si no hay garantías?.
Sector político apoya
La presidenta del Partido Popular de Tenerife, Cristina Tavío, exigió a las autoridades competentes que "cumplan y velen por los derechos de los jubilados venezolanos, que ahora residen en España, y que llevan varios meses reclamando al Instituto Venezolano de la Seguridad Social (IVSS) sus pensiones".
"Estamos hablando de un colectivo débil, que no tiene edad para trabajar, muchos de ellos dependientes y enfermos, que no pueden disfrutar del dinero que se ganaron cotizando en su país, y que se ven abocados a pedir ayuda a sus familiares y vecinos, o incluso a organizaciones como Cáritas o Cruz Roja para poder vivir", agregó la presidenta del PP de Tenerife.
Por último, Cristina Tavío, manifestó que "esperamos que este asunto se resuelva a la mayor celeridad, que se tomen cartas en el asunto, y que las administraciones competentes hagan lo posible para solventar estos retrasos que perjudican a muchos ciudadanos venezolanos y españoles".
Las irregularidades son insólitas
Cuando se concretó el acuerdo con el Santander, Marina y Carlos Rengifo, una pareja de afectados, le entregó un poder al IVSS para que cerrara las antiguas cuentas bancarias en las que recibían los subsidios en Venezuela.
Poco después comenzaron a percibir los pagos en España, pero las mensualidades acumuladas en Caracas nunca fueron transferidas ni tampoco estan ya en la cuenta venezolana. Además, en febrero dejaron de recibir sus abonos.
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