13/2/10

Un hampón en la presidencia


Hampón: valentón, maleante, haragán, DRAE.

Nerón tocaba el arpa mientras Roma ardía. Hugo Chávez juega beisból mientras Guri colapsa.
Lo que Venezuela tiene como presidente es un hampón. No es simplemente un buen o un mál presidente. Se pasea por el centro de Caracas y poniendo un dedo en el aire, por aquí y por allá, dice: “expropiado”, como un hipopótamo en trance orgásmico. Luego, al obligar a salir precipitadamente a los joyeros del Edificio “La Francia”, uno de los auto-expropiados (ya el edificio era propiedad del Estado), le exige a su amanuense, ministro del interior, que los “investigue cientificamente”, porque se fueron muy rápido. “Algo esconden”, exclama el hampón, quizás decepcionado porque los joyeros no dejaron el oro y la plata en los estantes.
Y es que este es un hamponato codicioso, con un apetito voraz por los bienes públicos. El hampón viste trajes de miles de dólares, usa relojes costosísimos, besa travestís brasileños y le regala $18 millones a Danny Glover. Llega con un séquito de centenares de seguidores, incluyendo cocineros y guardaespladas cubanos, a los mejores hoteles del mundo, viaja en un Airbus comprado ilegalmente, en medio de lujos obscenos y, encima, tiene el tupé de decirle a los miserables venezolanos que todavía lo escuchan que “ser rico es malo”.
Este hampón, salido de un pozo séptico barinés, la ha tomado por regalar el dinero y el petróleo que no es de él a sus amigotes Castro, Ortega, Morales y Correa. Le da un avión al violador de la constitución Zelaya para que viaje por todo el hemisferio y le presta a Arias Cárdenas para que pague la cuenta en los hoteles, algo así como prestar unos calzoncillos. Le regala nuestros aviones a Correa y le da helicópteros que se estrellan a Evo Morales. Le entrega maletines llenos de dinero a Cristina Kirchner. Le traspasa armas suecas y no suecas a las FARC.
Mientras impone un brutal e inepto racionamiento eléctrico a los venezolanos juega beisbol con sus ministros en Fuerte Tiuna, con todas las luces del sitio prendidas, el muy cretino, mostrando un total desdén por el bienestar colectivo.
Este especímen es ilegítimo por traidor y manirroto, nunca ha sido honesto, ni gobernante (ya ni siquiera manda) y mucho menos un presidente para los venezolanos.
Es apenas un vulgar hampón. Su destino es la cárcel, junto a sus cómplices.

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