La Revolución Agroindustrial Venezolana del Siglo XXI que lleva a cabo el roba gallinas.
Como parte del desarrollo de esta revolución, Hugo Chávez anuncia la próxima transformación de las fabricas de cerveza de POLAR en las heladerías “Raspari-ni-ni” , es decir, “Pura Crema”, en la lengua kurripako. Aunque no lo detalló, piensa utilizar la leche de las vacas robadas a Diego Arria para elaborarlos.
Se venderán estos helados en los ex- Hipermercados Exito, recientemente arrebatados a sus dueños extranjeros. Serán exportados a todos los países del ALBA y comercializados en sucres (cien sucres = un cipriano) o a Rusia, junto con el café de Nicaragua “reensacado en Venezuela”, según promesa hecha por Chávez a Putín para pagar por los misiles por los misiles.
La producción petrolera dará un salto gigantesco, gracias al crudo comprado sin hacer mucha bulla a la empresa rusa Lukoil, el cual se exportará a Citgo para sus refinerías. En este sector Chávez ya anuncia otro negocio “redondo” : un préstamo de unos $4000 millones de Italia para ser pagado por nuestros hijos y nietos en petróleo a futuro, el cual sería producido por el mar del norte y empaquetados en barriles de bandera tricolor para llevarlo a Italia.
Estas dramáticas declaraciones sobre nuestra floreciente revolución agroindustrial fueron difundidas por la Agencia Bolivariana de Noticias y sus medios afiliados en Cuba y Corea del Norte. Se trató infructuosamente de utilizar el satélite chino construído en San Juan de los Morros pero aún no se ha completado la traducción del libro de instrucciones.
La producción de acero de SIDOR aumentará durante el año 2010 gracias a la importación de tubos desde Argentina. Ahora que la gerencia de la CVG está en manos de los trabajadores y se están comiendo los padrotes en Ciudad Guayana, los sindicatos desaparecerán y no habrá más pedidos de aumento de salarios, porque ellos mismos se cobrarán y se darán el vuelto. Eso sí, ALCASA, ya muerta y podrida hace tiempo, permanecerá insepulta y continuará recibiendo grandes transfusiones de dinero, ya que forma, junto al Banco Industrial de Venezuela y CADAFE, la gran tríada de la filosofía industrial revolucionaria.
El azúcar de la Central de Barinas recibirá un gran impulso tan pronto se inaugure, con la llegada de asesores cubanos quienes poseen las mejores credenciales: han visto la producción en su país caer de 10 millones de toneladas a menos de 3 millones de toneladas en los últimos años.
La carne vendrá de la provincia venezolana de Matto Grosso, ya que Chávez ha ordenado el cierre de la producción cárnica de los llanos venezolanos de Colombia. Las caraotas negras continuarán llegando desde nuestras provincias dominicanas y los cambures desde las colonias de Jamaica.
La revolución agroindustrial venezolana del siglo XXI avanza al ritmo de Zimbabue.
Las Armas del Coronel
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