Caracas exponente de lo que queda cuando eres víctima de la peste roja

No imaginan lo que significa vivir en lo que queda de Venezuela… Sortear mentiras oficiales que con absoluto descaro las lanzas aún cuando las mismas se estrellan contra la lapidaria realidad… Los venezolanos no dejamos de sorprendernos ante el caradurismo y desfachatez de un régimen que utiliza un verdadero monopolio mediático para vender sus “Historias idílicas” sobre un país cada vez más ruinoso, cada vez más violento, un país rodando por un barranco del que no sabemos todavía su profundidad.

Los que conocen Caracas, y están en capacidad de compararla a través de épocas pasadas y presente, saben el grado de deterioro, de ruina, de inmundicia que padece. De ser considerada la sucursal del cielo, hoy en día muchos dan fe de que mejor sería llamarla antesala del infierno. Una ciudad ahogada en basura, hedionda, insalubre, letalmente violenta… Una ciudad donde se ha paralizado todo y los que quieren vender una propiedad, del precio que sea, se topan con una parálisis económica total, ya que son pocos los que se arriesgan a invertir y muchos simplemente no tienen ni con que comprar un rancho…

Pero eso lo tapa la “Historia oficial” donde la desfachatez de unos forajidos empoderados niega las visibles y “percibibles” toneladas de alimentos podridos. Niega los cientos de muertos a manos del hampa que reina impune gracias a un régimen que persigue al ciudadano honesto y protege al delincuente… Niega el estado ruinoso de los hospitales y centros públicos de salud. Niega el desempleo galopante en un país donde un trasnochado tropero comunista ha quebrado empresas, las ha expropiado, las ha acosado generando miles y miles de desempleados que esconden bajo el cuento de “Economía informal”. Un régimen que convirtió en buhoneros y mendicantes a campesinos, obreros, empleados… Un régimen copia fiel de la tiranía castrista que arruinó a Cuba y despojo de derechos, libertades, sueños y esperanzas a tres generaciones de cubanos.

Hugo Chávez y sus cubanos castrocomunistas en funciones de gobierno día a día montan verdaderas campañas mediáticas y con ellas siembran confusión en miles de personas. Ahora cuando es imposible negar las miles y miles de toneladas de alimentos que el régimen más ladrón de la historia de Venezuela, adquirió en combinación con jerarcas de la tiranía cubana, en mal estado o muy próximos a vencerse, los negociaron a precio de desecho, pero se lo facturaron a la nación como mercadería óptima, pues miles y miles de toneladas cuyo hedor no se puede esconder y convierte a la revolución de pacotilla además de roja, en hedionda, ahora despliegan una campaña y en vez de admitir que son ellos unos “Putrefactores” pues se lo endilgan al capitalismo, asegurando que es un sistema putrefacto…


Pero no, putrefacta es esta montonera ladrona, esta tiranía cuartomundista que copia crímenes comunistas y los aplica en un país cuyo pueblo rechaza esa ideología del hambre, de la barbarie y el terror. Chávez no fue elegido jamás para que implementara en Venezuela un sistema copia del nefasto plan castrista. Como el tirano cubano, este militar despótico y abusador llegó engañando y lo sigue haciendo… Tanto que con cinismo, llegan a decir que Caracas está bella, que el río Guaire, una inmensa cloaca destapada que recorre la ciudad, huele a gloria y es un torrente maravilloso que puede ser disfrutado por el ciudadano… Este atajo de forajidos han destruido todo… han desmantelado todo… Con groseras fortunas relancinas imposibles de justificar, se preocupan de ponerlas a buen resguardo en bancos extranjeros… Adquieren palacetes y bienes en las grandes capitales del mundo… No quieren vivir en Cuba, tampoco en Corea del Norte, no. Quieren los santuarios capitalistas para en ellos disfrutar lo robado a un pueblo estafado…

Caracas es el mejor exponente de lo que queda cuando los países son víctimas de la peste roja… Basura, enfermedades, ruina, mendicidad, violencia… Hasta el Metro de nuestra capital, que fue orgullo de los ciudadanos y ejemplo de América Latina no es más que un cochambroso antro de delincuentes y sudorosos ciudadanos obligados al pésimo transporte que estos malandros le imponen. Eso es Caracas, la capital, que decirles del interior del país…

Decía esta semana, que si en la Venezuela chavista no te matan de un tiro, puedes morir de hambre o intoxicado por alimentos podridos, importados por los pillos nacionales y los ladrones Castro, representados por Bárbara Castillo Cuesta la número 15 del Partido Comunista cubano… También te pica un zancudo patas blancas y te mata el dengue, o te topas con un chipo y te contagia Mal de Chagas… Por eso, a los que se coman el cuento de comunistas liberadores, les sale este calvario que estrenaron los cubanos y ahora lo vivimos nosotros los venezolanos…