Chávez: Ya hay plazo fijo

¡Que cosas tiene la vida.! Incomprensibles, contradictorias, apasionantes. Hugo Chávez arremete contra la Constitución y la voluntad popular con leyes que niegan todo a la Venezuela libre y progresista. Es la barbarie contra la Democracia. Hace exactamente lo que se predijo cuando la mayoría votó contra la reforma que sustentaba su socialismo y la desconoció calificándola incluso de “mayoría de mierda”. Su lenguaje, su típica reacción incontrolable biológicamente. Pero hay batallas que se dan inesperadas, inconcebibles.

Carlos Andrés Pérez muere para esta Navidad y la Democracia se convierte en presencia de lucha, los reconocimientos que se le negaban, las acusaciones que fueron una cartilla en el verbo insultante, su respeto a las leyes y las instituciones por encima de esa inmolación que se le infería, su dimensión americanista, su imagen presidencial, hasta la vileza de sus enemigos , todo se revive en el espíritu agobiado de un pueblo que lo cantó, lo aplaudió, lo eligió dos veces, y lo dejó ajusticiar impávidamente . Golpe tras golpe, se crucificaba la Democracia.

Cuando muere CAP, el caminante que despertó el entusiasmo con su dinamismo y su personalidad, parte inmensa de ese mismo pueblo tiene que reflexionar sobre ese ímpetu irresponsable que nos llevó a desconocer el apresuramiento torpe en la ansiedad por cambiar lo que debía cumplir un plazo exigido, oportuno. Un hombre era el objetivo y nos equivocamos. Faltaban seis meses para que CAP dejara el poder. ¿Qué se equivocó? ¡Anjá! Hoy hemos sufrido los mayores descalabros, los más sangrientos atropellos, los más indecentes desatinos de corrupción y violaciones constitucionales y no tenemos derechos vivos con los que podamos hacer efectiva una denuncia porque terminamos condenados, no hay una institución que no obedezca órdenes y el odio y la venganza compulsan un poder perverso que irrespeta y humilla.

Muchos piensan que hay que salir de este gobierno como sea. Y no. Porque la Venezuela resultado del “como sea” no será la democrática que garantiza libertad y progreso. Respeto y paz. Hoy, contra el abuso y el militarismo, Carlos Andrés Pérez recuerda que muere lejos, condenado, agraviada su reputación, enardecido un pueblo sumiso de ignorancia contra su figura, porque aquí no existen derechos, ni Constitución, ni libertad. Hoy se discute si sus restos vienen o no vienen. Esto no es cuestión de un bando u otro. Es cuestión de principios. Donde no hay Democracia ningún hombre que la haya ejercido puede descansar ¡Ni vivo ni muerto!

Venezuela sabe que quiso venir a luchar y no se lo permitieron. Traer sus restos con la complacencia del “todopoderoso” Mr Petróleo es indigno de su estatura democrática. Ya lo recibiremos multitudinariamente en el abrazo libre, en las calles libres…Ya hay plazo fijo…