Quienes ponen el grito en el cielo por la injerencia del imperialismo norteamericano en los asuntos internos de nuestro país no sólo aceptan de buen grado la sumisión de nuestro gobierno a los dictados y caprichos de los hermanos Castro, sino que lo consideran prueba sublime de hermandad política. Conjugando con ello el acto de sumisión más servil, patético y lamentable de la historia de la América Independiente, el país de Bolívar traiciona su vocacion libertaria e independentista pagándole al más ingrato, miserable y prepotente de los micro estados colonialistas del orbe – la hambreada y esclavizada Cuba comunista – para que se apodere de nuestras fuerzas armadas, nuestros servicios de registros, notarías e identificación y una jugosa participación en nuestra riqueza petrolera sin otro esfuerzo que ocuparnos con un ejército de noventa mil hombres.
Pedro Lastra
PDVSA Y EL CHANTAJE DE LA CANALLA
Fariseísmo llámase a esa grave enfermedad de ver la paja en ojo ajeno y pasar por alto la viga en el propio. Totalitarismo el truco de prestidigitación política que permite trastocar las víctimas en victimarios para convertir a los victimarios en víctimas. El caso suscitado por las sanciones de los Estados Unidos en el legítimo derecho que les asiste de poner en práctica una resolución de la ONU en contra de quienes negociaren con Irán en temas de energía fósil y nuclear, resolución votada favorablemente en el Consejo de Seguridad incluso por China y Rusia, ha desatado los demonios de uno y otro signo. Quienes ponen el grito en el cielo por la injerencia del imperialismo norteamericano en los asuntos internos de nuestro país no sólo aceptan de buen grado la sumisión de nuestro gobierno a los dictados y caprichos de los hermanos Castro, sino que lo consideran prueba sublime de hermandad política.
Conjugando con ello el acto de sumisión más servil, patético y lamentable de la historia de la América Independiente, el país de Bolívar traiciona su vocacion libertaria e independentista pagándole al más ingrato, miserable y prepotente de los micro estados colonialistas del orbe – la hambreada y esclavizada Cuba comunista – para que se apodere de nuestras fuerzas armadas, nuestros servicios de registros, notarías e identificación y una jugosa participación en nuestra riqueza petrolera sin otro esfuerzo que ocuparnos con un ejército de noventa mil hombres.
Echado a la sombra de las ubres petroleras, un arruinado gobierno extranjero chupa con avaricia insaciable miles de millones de dólares en petróleo. Sin pagar a cambio un sólo centavo, salvo las supuestas prestaciones en dudosos servicios de quienes nos ocupan. Venezuela paga por ser ocupada. Y en el colmo del entreguismo, la sumisión y la traición a nuestra soberanía, permite la intromisión de oficiales cubanos en nuestros cuarteles y pone a sus soldados a gritar una consigna castrista, dictatorial y represiva. ¿Cómo justificarán los estados mayores de este régimen y el presidente de la república el Patria, Socialismo o Muerte con el que han mancillado cuarteles y otras instituciones uniformadas del país?
Seducido y secuestrado espiritual y moralmente por el castrismo en un caso patológico de sumisión y desdoblamiento de personalidad digno de un estudio freudiano, el llanero
Hugo Rafael Chávez Frías ya habla con las típicas inflexiones y giros de un agente del G2 cubano. Caricaturiza la caricaturesca jerga del habanero barriobajero, oye tú, y canta sus logorreicas e interminables cadenas televisivas como un actor de reparto de una telenovela costumbrista. Un acto de postración reiterada día a día y minuto a minuto ante una Venezuela desconcertada que aún no acierta a comprender si es gobernada por un embaucador, un farsante, un hampón o un comediante. O todo ello junto.
¿Cómo pueden quienes hasta el día de hoy no han reclamado jamás por la invasión cubana a Venezuela – que pronto cumple cincuenta años de su primer intento - y el sometimiento de nuestro gobierno a la voluntad de la tiranía castrista, acusar a nadie de favorecer al
imperialismo norteamericano sólo porque rechaza el chantaje de la canalla castro comunista de adherirse automáticamente al gobierno castro chavista y desenmascara el ultraje cometido en la que fuera una de las empresas petroleras más exitosas y renombradas del planeta? ¿Cómo pueden jóvenes políticos con pretensiones presidencialistas correr a echarse a los brazos del régimen por temor a verse enfrentados y menospreciados por "piti yanquis"? Venezuela nada le debe al comunismo internacional, a la Unión Soviética, a China, a Vietnam o a Cuba. Como tampoco nada les deben los europeos.
Latinoamericanos y europeos se han librado del horror del totalitarismo nazi, chino y soviético gracias a la preclara y valiente decisión con que los Estados Unidos salieron de su tradicional aislamiento y asumieron responsabilidades históricas en el ancho y extenso mundo de las relaciones internacionales. Y el mundo en que vivimos, los avances científicos y tecnológicos que nos permiten disfrutar de la prosperidad y la libertad de las que hoy gozamos no serían concebibles sin los Estados Unidos, su sistema de libertades y el rêgimen socio económico que las hace posible.
Quienes aún se postran ante el altar de prejuicios atávicos y taras ancestrales reaccionando bajo el influjo de un patrioterismo trasnochado, coartada de tiranías retardatarias, le hacen un muy flaco favor a la república sembrando el rencor y el odio contra nuestro principal socio comercial, nuestro principal aliado y nuestro principal suplidor. Pertenecemos a su más cercana área de influencias. Cosa que muchos ministros, funcionarios y diputados castro chavistas reafirman en cada ocasión en que algunos días libres de su trabajo de zapa contra las instituciones democráticas les permiten disfrutar del libre mercado vigente en los Estados Unidos. Sobran los testimonios del pitiyanquismo solapado de nuestros "anti imperialistas". Basta de hipocresías. Hablemos claro.
Pedro Lastra
PDVSA Y EL CHANTAJE DE LA CANALLA
Fariseísmo llámase a esa grave enfermedad de ver la paja en ojo ajeno y pasar por alto la viga en el propio. Totalitarismo el truco de prestidigitación política que permite trastocar las víctimas en victimarios para convertir a los victimarios en víctimas. El caso suscitado por las sanciones de los Estados Unidos en el legítimo derecho que les asiste de poner en práctica una resolución de la ONU en contra de quienes negociaren con Irán en temas de energía fósil y nuclear, resolución votada favorablemente en el Consejo de Seguridad incluso por China y Rusia, ha desatado los demonios de uno y otro signo. Quienes ponen el grito en el cielo por la injerencia del imperialismo norteamericano en los asuntos internos de nuestro país no sólo aceptan de buen grado la sumisión de nuestro gobierno a los dictados y caprichos de los hermanos Castro, sino que lo consideran prueba sublime de hermandad política.
Conjugando con ello el acto de sumisión más servil, patético y lamentable de la historia de la América Independiente, el país de Bolívar traiciona su vocacion libertaria e independentista pagándole al más ingrato, miserable y prepotente de los micro estados colonialistas del orbe – la hambreada y esclavizada Cuba comunista – para que se apodere de nuestras fuerzas armadas, nuestros servicios de registros, notarías e identificación y una jugosa participación en nuestra riqueza petrolera sin otro esfuerzo que ocuparnos con un ejército de noventa mil hombres.
Echado a la sombra de las ubres petroleras, un arruinado gobierno extranjero chupa con avaricia insaciable miles de millones de dólares en petróleo. Sin pagar a cambio un sólo centavo, salvo las supuestas prestaciones en dudosos servicios de quienes nos ocupan. Venezuela paga por ser ocupada. Y en el colmo del entreguismo, la sumisión y la traición a nuestra soberanía, permite la intromisión de oficiales cubanos en nuestros cuarteles y pone a sus soldados a gritar una consigna castrista, dictatorial y represiva. ¿Cómo justificarán los estados mayores de este régimen y el presidente de la república el Patria, Socialismo o Muerte con el que han mancillado cuarteles y otras instituciones uniformadas del país?
Seducido y secuestrado espiritual y moralmente por el castrismo en un caso patológico de sumisión y desdoblamiento de personalidad digno de un estudio freudiano, el llanero
Hugo Rafael Chávez Frías ya habla con las típicas inflexiones y giros de un agente del G2 cubano. Caricaturiza la caricaturesca jerga del habanero barriobajero, oye tú, y canta sus logorreicas e interminables cadenas televisivas como un actor de reparto de una telenovela costumbrista. Un acto de postración reiterada día a día y minuto a minuto ante una Venezuela desconcertada que aún no acierta a comprender si es gobernada por un embaucador, un farsante, un hampón o un comediante. O todo ello junto.
¿Cómo pueden quienes hasta el día de hoy no han reclamado jamás por la invasión cubana a Venezuela – que pronto cumple cincuenta años de su primer intento - y el sometimiento de nuestro gobierno a la voluntad de la tiranía castrista, acusar a nadie de favorecer al
imperialismo norteamericano sólo porque rechaza el chantaje de la canalla castro comunista de adherirse automáticamente al gobierno castro chavista y desenmascara el ultraje cometido en la que fuera una de las empresas petroleras más exitosas y renombradas del planeta? ¿Cómo pueden jóvenes políticos con pretensiones presidencialistas correr a echarse a los brazos del régimen por temor a verse enfrentados y menospreciados por "piti yanquis"? Venezuela nada le debe al comunismo internacional, a la Unión Soviética, a China, a Vietnam o a Cuba. Como tampoco nada les deben los europeos.
Latinoamericanos y europeos se han librado del horror del totalitarismo nazi, chino y soviético gracias a la preclara y valiente decisión con que los Estados Unidos salieron de su tradicional aislamiento y asumieron responsabilidades históricas en el ancho y extenso mundo de las relaciones internacionales. Y el mundo en que vivimos, los avances científicos y tecnológicos que nos permiten disfrutar de la prosperidad y la libertad de las que hoy gozamos no serían concebibles sin los Estados Unidos, su sistema de libertades y el rêgimen socio económico que las hace posible.
Quienes aún se postran ante el altar de prejuicios atávicos y taras ancestrales reaccionando bajo el influjo de un patrioterismo trasnochado, coartada de tiranías retardatarias, le hacen un muy flaco favor a la república sembrando el rencor y el odio contra nuestro principal socio comercial, nuestro principal aliado y nuestro principal suplidor. Pertenecemos a su más cercana área de influencias. Cosa que muchos ministros, funcionarios y diputados castro chavistas reafirman en cada ocasión en que algunos días libres de su trabajo de zapa contra las instituciones democráticas les permiten disfrutar del libre mercado vigente en los Estados Unidos. Sobran los testimonios del pitiyanquismo solapado de nuestros "anti imperialistas". Basta de hipocresías. Hablemos claro.
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