19/12/11

Baduel rompe el silencio revelando las escándalosas negociaciones de García Carneiro

Caracas, 18 de diciembre de 2011. Baduel, por primera vez en mucho tiempo, decide hablar sin esguinces. Re­vela escandalosos secretos del poder al que estuvo cercano y aclara, de entrada, que de Hugo Chávez jamás -recalca lle­vándose el índice a la cara- aceptaría un indulto.

El camino ha sido largo hasta don­de está. Antes hemos sido fotografia­dos a la entrada y desnudados. Abriga­mos dudas, en silencio, de lo que pue­da responder. De preámbulo, Raúl Isaías Baduel va soltando secretos, an­te los cuales su esposa, Cruz, comadre del señor Presidente de la República, sacude la cabeza evidentemente sor­prendida, mientras dos de sus hijas -que nos acompañan- balbucean en­tre sí desconcertadas.

La gente dice: por qué ca­lló tanto. ¿Por qué no salió en una diatriba pública con Chávez?

En diversas ocasiones manifesté opiniones sobre aspectos con los cua­les no estaba de acuerdo. En ocasio­nes también se lo manifesté al propio Chávez. Por ejemplo: Una de las cosas que Chávez pretendía que yo hiciera cuando recibí el Ministerio de la De­fensa era que eliminara la Guardia Na­cional. Yo me opuse tajantemente a eso y hay testigos, y un testigo de ex­cepción, porque en una ocasión me plateó ese tema en presencia de Cruz (esposa de Baduel).

¿Y usted que le dijo?

Yo le dije “por encima de mi cadá­ver” eliminas la Guardia Nacional. Para hacer eso, Chávez debía cambiar la Constitución, porque esos eran los cuatro componentes de la Fuerza Ar­mada. Yo no sé si tendrían interés en testificar esto, pero hay también oficia­les -generales de la GN que componían el alto mando de la Guardia- que saben esto, que Chávez pretendió que yo eli­minara la GN.

¿Y por qué el Presidente quería eliminar la Guardia Na­cional?

Me dijo que ahí no había hueso sano (en la GN). Que no valía la pena hacer ninguna gestión de moralizarla ni nada por el estilo.

A mí me suelen decir que “Baduel fue el que instauró el famoso “patria, socialismo o muerte” en los cuarteles. “Él fue el que hizo cuadrar a los mi­litares para que dijeran esto”. Si usted tuviera que cerrar ese ca­pítulo ¿qué diría?

Que en ningún momento di esa orden. En el sitio Youtube todavía está un vi­deo donde se puede ver mi actitud con respecto a ese lema. Eso fue durante un mitin que Chávez hizo en las inmediacio­nes del Palacio de Miraflores. Me llamó y me ordenó que fuera a ese evento con el alto mando militar. Yo le hice algunas con­sideraciones: “pero si es un mitin ¿cómo va a ir el alto mando militar a un mitin?” y él dijo: es una orden…

¿Se lo dijo el Presidente?

El Presidente me dijo que era una orden. Llamé al alto mando, les dije que el Presidente acababa de dar esta or­den: “Debo decirles que esa actividad es un mitin político y por lo tanto no­sotros debemos ser muy cuidadosos con nuestra presencia ahí”. Me puse en un extremo, por allá. Y ¿qué hizo Chávez? Hizo más. Mandó a buscar a los cadetes y tuvimos un altercado fuerte por eso. Mandó a buscar a los cadetes de la Academia Militar y de la Guardia Nacional para ese mitin.

¿Y eso se puede hacer? ¿Mandar por encima del Mi­nistro de la Defensa ? Porque usted dice que mandó a bus­car…

Él es el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada. Dicho sea de paso, en el adefesio ése que llaman Ley Orgánica de la Fuerza Armada, Chávez convirtió eso en un grado militar y cuando hizo eso habría que preguntarse ¿estaba Baduel activo en las Fuerzas Armadas cuando Chávez hizo eso? Chávez hizo eso des­pués de la salida de Baduel, porque sabe que yo me oponía a eso, porque en mu­chas ocasiones se lo dije: “eso no es un grado militar, eso es una función militar que va aparejada”.

Hubo una serie de muertes de gente relacionada con la compra de armas a Rusia, entre esas estaban el general Mon­canut y una serie de oficiales que murieron todos, aparente­mente en condiciones norma­les, uno se cayó bajándose de un avión y se estranguló, otro, el señor Moncanut, iba manejan­do un Tiuna y se volcó. Se la voy a poner fácil ¿Cómo interpreta usted todo esto? Unas casuali­dades divinas muy extrañas.

En relación específicamente al caso del General Moncanut, yo era Coman­dante del Ejército, yo había dictado una disposición de que debía haber un ofi­cial de la Inspectoría General del Ejérci­to que estuviera de guardia, un inspec­tor ¿no? Oficial con grado de Coronel, para que en caso de que se presentara alguna incidencia de esta naturaleza, que ameritara una investigación, ese oficial tuviera las instrucciones o la Inspectoría del Ejército tuvira las instrucciones de que debía proceder de inmediato, como quien dice, en caliente, para levantar los informes preliminares y las evidencias en relación a ese caso.

¿Y qué pasó?

Llama la atención que el señor Mi­nistro de la Defensa, General García Carneiro, impidió que ese equipo de in­vestigaciones actuara -esto me lo refi­rieron estos oficiales que se apersona­ron al lugar-. Llevaron los cuerpos de las personas fallecidas en ese acciden­te, en primera instancia al Hospital Vi­cente Salías, al hospital militar del Fuer­te Tiuna y allí entonces se apersonó esa comisión y había un Oficial Superior de la Armada que estaba un poco exalta­do, que manifestaba que tenían instruc­ciones de llevarse los cuerpos de Mon­canut y de la otra persona fallecida por­que se podía comenzar a decir que el Ministro de la Defensa lo había manda­do a matar.

Imagínese usted. Lo que usted dice le hace pensar a uno cualquier cosa.

Ellos me refirieron que era evi­dente que las personas ya no tenían signos vitales, ni el ingeniero que falle­ció, ni el General Moncanut y sin em­bargo la gente que mandaron del Mi­nisterio de la Defensa se empecinaron en trasladarlos, sin hacer el procedi­miento de un levantamiento, y trasla­darlos al Hospital Militar y que porque estaban vivos, que todavía tenían sig­nos vitales.

Alternativa

¿Usted cree que la alter­nativa en el poder frente a Chávez va a venir de las filas de quienes lo acompañaron en un momento dado, o de la oposición que conocemos en este momento, que agrupa a quienes agrupa?

El país no está entrampando o el país no está entre dos polos, no es­tá polarizado, el país está entrampa­do entre dos minorías, una minoría llamada chavismo y una minoría lla­mada oposición, el resto, que somos mayoría, creemos fervientemente en la democracia, anhelamos una de­mocracia que no sea ni continuar con esto que tenemos, ni volver al pasado. Yo siento que un momento no supimos aprovechar el espíritu del 2 de diciembre de 2007, allí na­die puede atribuirse una victoria contundente, porque tengo serías dudas sobre esos resultados que se dieron a conocer y tengo elementos para tenerlas.

¿Cómo cuáles?

Como los verdaderos y reales escrutinios de prácticamente el 75% de ese evento electoral, que daba una diferencia de más de 12 puntos a favor del No. Me llamó la atención después que los resultados que se dieron reflejaran prácticamente un empate técnico.

¿Cuándo saldrá Baduel de aquí?

Soy inocente. Por eso no acepta­ría un indulto. Fíjate que el testigo es­trella contra mí dice que él empezó a comprar propiedades y abrir cuentas a nombre mío, a pesar de que confie­sa que nunca habló conmigo. Mi expe­diente no tiene asidero. Se han viola­do la constitución y las leyes para en­juiciarme. He estado en la jurisdicción militar y en la civil. Tengo una vida acor­de con mis ingresos. Lamento mucho que se me pase factura por mis prin­cipios, que uno no los puede hipote­car por una amistad. Puedo decir que soy un preso del Presidente.

GARCÍA CARNEIRO

A mí me encargó el propio Presidente Chávez, siendo yo Comandante General del Ejército. Me llamó desde Rusia para encargarme, y el Ministro de la Defensa era el General García Carneiro. En esa conversación telefónica que después me lo ratificó personalmente también Chávez, me dijo que me encargaría de esa comisión, de la adquisición de los fusiles y de los helicópteros porque él había tenido un incidente que lo había molestado sobre manera y lo digo de una manera elegante porque me lo decía en términos groseros, porque estaba en una reunión con el señor Putin y vino una persona con un maletín lleno de dinero, lo pusieron en una mesita y Putin le dijo: Chávez allí está el maletín con los 20 millones de dólares que mandaste a pedir por la negociación de los fusiles”. Esto que estoy refiriendo me lo dijo Chávez por teléfono y también personalmente. Ahora, indudablemente que lo negarán, pero vía telefónica Hugo Chávez me dijo eso a mí: tú ahora, y le dije: pero yo no soy el Ministro de Defensa, no tengo competencia para eso.

Usted nos está dando una cosa importante. Quería decirle, yo recuerdo que estaba en esa negociación un militar llamado Altuve.

-No, no, él no es militar.

¿Quién metía gente así en un asunto tan delicado?

-No tengo una evidencia cierta, pero el señor Altuve, participaba en esa comisión, que estaba a las ordenes del ministro de la Defensa (Carneiro).

Eso es un escándalo

-Repito, por teléfono y públicamente. Es más, la última reunión que tuvimos sobre el tema fue el 5 de enero de 2005 en La Casona, y Chávez me manifestó su contrariedad por lo que había pasado en Rusia.

Pero, mire, estamos hablando de que gente relacionada a Carneiro pidió 20 millones de dólares.

-El que salió enjuiciado fue el señor Altuve.

¿Y qué consigue usted cuando sale Carneiro?

-Ya la negociación de los fusiles estaba lista prácticamente. Yo sí conduje la negociación de los helicópteros y la misma parte rusa puede dar fe de que siempre les manifesté: “señores, mi interés es de técnico operacional”. Porque a veces, tú sabes, en algunas reuniones se dejaba traslucir, de una manera muy sutil, que podía haber ahí unos beneficios. Siempre mi respuesta fue, tanto al embajador ruso en ese momento como al negociador -otra cosa que hice ver a propósito de esas negociaciones y se lo manifesté al propio Chávez- qué por qué teníamos que comprar un intermediario. Porque la empresa rusa es un intermediario. Después Chávez me dijo simplemente que esa era un decisión política y después él, prácticamente él, se reservó la facultad de cerrar los contratos.

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