Antes de entrar en consideraciones en torno a la materia del heredero chavista o el ungido ante el posible hecho fortuito de la inhabilitación de Chávez, como el capaz de continuar el proyecto de la dictadura en Venezuela; pasémonos por la constitución venezolana en cuanto a suplir la ausencia definitiva del jefe del poder ejecutivo en Venezuela se refiere.
Artículo 233. Será falta absoluta del Presidente su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia; su incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional; el abandono del cargo, declarado como tal por la Asamblea Nacional, así como la revocación popular de su mandato.
Si la falta absoluta del Presidente se produce durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se encargará de la Presidencia de la República el Vicepresidente Ejecutivo.
Si la falta absoluta se produce en los dos últimos años, el vicepresidente asumirá el cargo hasta completar el período.
Al hojear nuestra carta magna rememoro un hecho ejemplarizante de la voluntad popular. Este fue el acaecido la primera quincena del mes de abril del 2002. En pleno desarrollo de los sucesos el tema de la sucesión presidencial manteniendo el hilo constitucional ante la carrera de Hugo Chávez para Cuba marcó hito en la acontecida política del momento. Todo marchaba conforme a la ley y el espíritu de la manifestación popular espontánea de más de un millón de personas, hasta que Pedro Carmona intentó destruir lo realizado por la conciencia y sangre de los venezolanos en una centuria.
Ante la posible deserción de Chávez, a quien los médicos mantienen de pie luego de abandonar el suministro de pociones químicas por un mejor look, los militares recelan someterse a la voluntad de los operadores de palacio Nicolás Maduro, Elías Jaua, Fernando Soto Rojas, la familia Chávez y los cubanos que bien podrían dejarlos aislados del anillo exclusivo hasta juzgarlos si fuese conveniente.
Diosdado Cabello, quien estaba fuera de los planes políticos inmediatos y a quien no convocaron en el PSUV como dirigente fundamental ante la enfermedad del castrense al mando, rumió su relegación en el regazo de sus otrora compañeros de febrero y noviembre del 92. En ese tiempo de reflexión e intercambio grupal la pérdida de la popularidad de Hugo Chávez como candidato presidencial les hace ver el panorama que les espera a los miembros del otrora MBR 200 de perder este en las urnas. Tal meditación los motiva a plantear como necesaria la presencia del ex gobernador en los más altos niveles de representatividad del estado so pretexto que mediante una campaña de amedrentamiento hacia la población llevaría a los votantes a no asistir a las elecciones primarias inicialmente y presidenciales al final. De salir derrotado el llanero, para ese momento ya habría contado las voluntades marciales para saber si puede quedarse bajo las armas o partir a la espera de un mejor tiempo.
Desde la Asamblea Nacional el ahora líder del PSUV logra la tribuna que requiere para ganar espacios políticos que le fueron ninguneados. A él lo veremos en actividades de calle y presencia en los medios con un discurso que estará dirigido al Polo Patriótico y al CNE. Una vez logrado un mínimo de posesionamiento en la opinión pública estaría listo para cualquier misión.
Las mediciones adversas de tendencias, la falta de apoyo internacional, esta galopante inflación, promesas incumplidas, actual inseguridad personal, la invasión de los cubanos comunistas, como la corrupción administrativa; comprometen el devenir. Chávez y sus seguidores no se quieren ir y para ello lograr están dispuestos a todo, hasta dar al traste con la seudo democracia. Para los militares Cabello es el hombre ante cualquier evento; oigan bien, por más inusitado que ello sea.
Para los venezolanos el reloj que marca la hora del regreso libertario ha iniciado el camino hacia la hora cero con la realización de las primarias. Todos victoriosos en el arranque final a sufragar el 12 de febrero. Sufrirán improperios, violaciones, daño personal, pero nada lograrán los perdedores. Ya Venezuela dijo basta de odios. Volveremos a amarnos como lo que siempre hemos sido, vecinos y hermanos.
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