Venezuela está pagando un alto precio económico en su búsqueda de aliados circunstanciales en su rol de país protector, advirtió hoy la internacionalista venezolana Maruja Tarre.

"Por eso nos preocupa el anuncio oficial de trasladar parte de las reservas internacionales de Venezuela al Banco de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra America (ALBA)", dijo a Notimex la catedrática de la Universidad Simón Bolívar (USB).

En la cumbre del ALBA, celebrada a comienzos de febrero en Caracas, el presidente Hugo Chávez anunció que Venezuela incorporará el 1.0 por ciento de las reservas internacionales (unos 300 millones de dólares) al Banco del ALBA, para financiar proyectos en la región.

Asimismo el jefe de Estado asomó la posibilidad de colocar una cantidad de los lingotes de oro, que fueron repatriados recientemente y que ya se encuentran en las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV), en la nueva entidad bancaria.

"Sin embargo, nadie sabe gran cosa de ese banco y tememos que ocurra con esos lingotes de oro lo que pasó con la cantidad inmensa de petrodólares que ingresaron a Venezuela y que nadie sabe cómo se evaporaron", afirmó Tarre.

Advirtió que pareciera que el propósito que anima a estos países es meter la mano en la alcancía venezolana, para lo cual elaboran toda clase de proyectos, la mayoría inviables, a fin de que sean financiados con los petrodólares venezolanos.

Aseguró que "todos esos proyectos de integración, responden a una premisa esencialmente ideológica y antiestadunidense. Son instrumentos "de cooperación" que se mantienen hasta tanto la abultada chequera venezolana permita su financiamiento".

Por su parte el presidente del Consejo Nacional de Economía (CNE), Efraín Velásquez, señaló que Venezuela debe manejar con mucha prudencia el traslado de las reservas internacionales, a fin de evitar que sea afectada su capacidad financiera.

"La nueva institución financiera necesitará tiempo para obtener todos los requerimientos internacionales, que le permitan tener un manejo adecuado de nuestras reservas, de allí que habrá que actuar con mucha responsabilidad y sensatez", dijo.

Explicó Velásquez que cuando las reservas en oro se encuentran en un banco que no tiene un reconocimiento internacional, las posibilidades de convertir esas reservas en líquidas se pueden ver limitadas.