Los
altos mandos del régimen tienen muy lejos el humanismo. Por tanto no
deben estar familiarizados con el latinajo que pongo como título, pero
de que lo entienden, lo entienden. El aforismo completo dice: “Verba volant, scripta manent”. Y
explica que las palabras vuelan mientras que lo escrito permanece. Eso
lo saben los que mangonean en el Ejecutivo. Por eso, no contentos con
ejercer el casi monopolio de los medios radioeléctricos, se la tiene
dedicada a los medios impresos. Ya es notoria la discriminación que
hacen al repartir la pauta publicitaria: no publican avisos en los
diarios más serios —y por eso son los más vendidos— sino en los
pasquines que más abyectamente se prosternan ante las mieles del poder.
Los dueños de periódicos pasan las de Caín para obtener las bobinas de
papel que son el
medio de tiraje; todos los inconvenientes les son puestos cuando
intentan obtener los permisos de importación. La receta no es nueva,
pero en estos tiempos pareciera que ha arreciado el esfuerzo por impedir
que quienes informan con independencia digan sus verdades.
Si
por acá llueve, por allá no escampa. Los chulos de la Alba imitan lo
que les marca Miraflores, y si la Kristina la tiene cogida con “Clarín” y
“La Nación”, Correa quiere quebrar a “El Universo”. Ni qué decir de los
personajillos más despreciables de la pandilla de vividores, Ortega y
Evo. Todos ellos, los de por allá y los de estos lados —pero
principalmente los que aquí desgobiernan— no cejan en sus esfuerzos para
lograr lo que ya Cuba sufre: la falta importante de medios que
publiquen las cosas que están mal, las que la comunidad requiere saber,
las que muestran cómo en otras partes del mundo se avanza y se mejora.
Es que la nomenklatura, para poder seguir pegada a la ubre
oficial, tiene que tratar de taparle los ojos y los oídos a la
población. Es verdad que todo el tiraje de
“Granma” y “Juventud Rebelde” se vende todos los días. Pero los cubanos
los compran, no para leerlos sino porque en ese país escasea el papel
higiénico.
Aquí,
ya no les basta con poner trabas burocráticas a los periódicos. Ahora
se valen del abuso de poder con el cual se imponen en el Legislativo y
el Judicial —ayudados por el Ministerio Impúdico y la Defensora del
Puesto— para ponérselas difíciles a los diarios. Ahora, un gaznápiro
propone, desde el Consejo Legislativo de Carabobo, que se pida a la
Fiscalía que se investigue a “Notitarde”. Y el resto de la manada
levanta las garras siniestras —es que el sectarismo los lleva a
privilegiar la zurda, la mano que los musulmanes suponen despreciable—
para secundar la propuesta. Es que ne-ce-si-tan doblegar a este diario
porque es el segundo en tiraje de toda Venezuela, porque dice las
verdades bien dichas, porque sus titulares les escuecen. Y que no se
diga que es un medio sectario; en sus páginas tienen cabida personas de
todos los
pensamientos, incluyendo a varios de clara tendencia roja-rojita. Es
más: hasta dirigentes del partido de gobierno hay entre sus opinadores.
La
imputación no puede ser más traída de las greñas: que el diario le
publicaba avisos a los Makled. Lo que no afirman, pero que dejan
flotando en el aire, es que “Notitarde”, debe estar metida en
narcotráfico. Es aquello tan fascista de enfangar, sin el más mínimo
escrúpulo, a cualquiera que se les atraviese en el camino hacia el
socialismo de pacotilla que preconizan. Ya el diario dejó muy claro que,
cuando esos tristemente famosos personajes anunciaron en sus páginas,
todavía no había causas criminales contra ellos. Es más: uno de ellos
era candidato a la Alcaldía de Valencia con apoyo rojo y el otro era el
principal favorecido por la “prodigalidad” oficial al ser el mayor
distribuidor de área de la Petroquímica y el concesionario de la mayor
superficie de patios de almacenamiento en el área portuaria de Puerto
Cabello. Reitero lo
que ya todo el mundo sabe: los Makled pagaron avisos en octubre del
2007, y su implicación por drogas es de noviembre del 2008, cuando
comienzan Alcalá Cordones y Acosta Carlez a disputarse la primacía en
los negocios aquellos…
Los
paniaguados del Consejo Legislativo no pasan de ser sicarios
comisionados para asesinar la buena reputación que Notitarde ha ido
ganándose día a día por el trabajo esforzado y conjunto de directivos,
reporteros, empleados y obreros. Lo que quieren es acabar con la buena
acogida que el diario tiene entre la población por la variedad de la
información que presenta; porque de un diario vespertino de circulación
local, ha llegado a ser un matutino de amplia cobertura en el territorio
nacional. Por tanto, tienen que tratar de ponerle la mano, o por lo
menos, tratar de silenciarlo. Pues, empleando una frase de esas que
tanto abusan ellos: ¡No pasarán!
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