(FIRMASPRESS)
Henrique Capriles ganó el amplio simulacro electoral del 2 de
septiembre pasado. No es una encuesta precisa, pero sí una buena
indicación de la tendencia. El próximo 7 de octubre debe derrotar al
presidente saliente debido a las siguientes diez razones.
1 La inseguridad y la violencia. Para la mitad de los venezolanos éste es el principal problema del país. Según el Observatorio venezolano de violencia,
en el 2011 los delincuentes mataron a 19,336 personas. Durante los 14
años de chavismo, 150,000 personas han sido asesinadas. Caracas, más que
una ciudad, es un matadero. El más sangriento de Sudamérica.
2 El empobrecimiento progresivo. Según cifras oficiales recogidas en El Nacional,
en los últimos 11 años el poder adquisitivo de los venezolanos cayó un
162%. El país padece la mayor inflación de América Latina. Los salarios
aumentaron un 571%, pero los precios subieron un 733. (Sólo en Caracas,
de acuerdo con la medición del economista José Tomás Esteves, los
precios se multiplicaron por 13.56 desde la llegada del presidente
saliente). Objetivamente, los venezolanos, cada año que pasa, son un 15%
más pobres, aun cuando la nación, debido al precio del petróleo, ha
ingresado más dinero que todos los gobiernos anteriores combinados desde
que se independizó en 1823. Cuando el presidente saliente llegó al
poder, la economía venezolana era un tercio mayor que la colombiana.
Ahora es un 21% más pequeña. (PIB de Colombia en PPP, 478 mil millones
anuales. Venezuela, 378 mil millones). Es la
ruina.
3 Destrucción de las fuentes de trabajo. De
acuerdo con Conindustria, en la última década ha cerrado el 40% de las
empresas industriales del país. Cientos de miles de trabajadores han
perdido sus puestos de trabajo. Prácticamente, un millón de venezolanos,
la mayor parte urbanos y bien educados, han emigrado. Esa pérdida de
capital humano era desconocida en Venezuela hasta la llegada del
oficialismo. Esa es una herida irrestañable.
4 El despilfarro de los recursos nacionales. Mientras
un porcentaje notable de los venezolanos son pobres, el presidente
saliente regala en el extranjero miles de millones de petrodólares.
Desde diciembre de 1999 a julio de 2012, Venezuela exportó petróleo
F.O.B. por valor de $US 652,560 millones, pero en ese
mismo periodo regaló o cedió recursos a sus aliados o subordinados
políticos por valor de $US 170,000 millones: ¡más de un 25% de los
ingresos petroleros nacionales! Sólo el subsidio venezolano al
manicomio de los Castro asciende a más de seis mil millones de dólares
anuales. Esto indigna a los venezolanos.
5 La inmensa corrupción. Según Transparencia Internacional,Venezuela
es el país más corrupto de América Latina y uno de los más podridos del
mundo. En una lista de 182 países, Venezuela está al final, en el 172,
junto a las peores satrapías africanas y asiáticas. Agréguesele a ello
el feo asunto de los generales acusados por Estados Unidos de colaborar
con los narcotraficantes nacionales e internacionales. Eso parece la
cueva de Ali Babá.
6 La incompetencia. El oficialismo
no sabe gobernar. Los puentes se caen. Las cárceles son campos de
batallas mortales. Abundan los apagones de electricidad. El correo no
funciona. La mayor refinería arde por negligencias. Decae la producción
de petróleo. Los hospitales están desabastecidos. Los alimentos se
pudren en los almacenes. Los barcos no logran descargar sus mercancías.
Las ciudades se calcutizan. Caracas se ha vuelto un basurero. Es el horror.
7 La falta de seriedad y la pérdida de respeto. El
presidente saliente no es un gobernante serio. Alguien que acusa al
Pentágono de haber destruido a Haití con un arma secreta que provoca
terremotos no está en sus cabales o es un payaso.
8 El aventurerismo temerario. El
presidente saliente ha arrastrado a su país a un innecesario conflicto
internacional, aliándolo con Irán. Su gobierno es antiamericano,
antiisraelí, antisemita, antiespañol, antimercado, antidemocracia.
Simultáneamente, es pro FARC, pro Gadafi, pro Assad, pro dictaduras. Si
algún día el presidente saliente escribe un libro, será Cómo ganar enemigos inútilmente.
9 La fatiga. Después de 14 años,
los venezolanos están cansados de un presidente mentalmente inestable
que no cesa de hablar para ocultar su pésima gestión de gobierno. Con
él, sencillamente, no hay futuro.
10 La probable muerte.
El presidente saliente tiene un cáncer muy grave, con metástasis, y el
pronóstico es sombrío. Si muere en su casa, como un ciudadano más, lo
entierran con todos los honores y no tendrá consecuencias para el país.
Si muere en la casa de gobierno, dejará en herencia un caos monumental
que puede culminar en un baño de sangre. Es una irresponsabilidad
aspirar a la presidencia en esas condiciones físicas, pero más
irresponsable aún sería elegirlo. Eso lo saben los venezolanos.
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