28/9/12

FANB y Milicias no podrán cambiar resultados electorales

 El Plan República siempre ha representado un factor elemental en el desarrollo de procesos electorales en el país. Su función principal es vigilar, evaluar y corregir situaciones irregulares externas al proceso comicial, que, si bien están interrelacionadas con un orden organizativo, en nada tiene que ver con el conteo de votos y asuntos técnicos, es por esto que ni la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), ni las Milicias Bolivarianas podrán alterar los resultados electorales. 
El ex ministro de la Defensa, Raúl Salazar, advirtió que los integrantes de la institución castrense efectivamente tienen una participación crucial en las elecciones, sin embargo, el rumor que en algún momento se desató en la población, sobre la intromisión de militares en conteo de votos y fraude electoral no debería ser motivo de preocupación en este momento. 
Según información de los voceros del Comando Venezuela, más de 133 mil personas estarán encargadas de velar por un proceso transparente y acorde con los preceptos y lineamientos democráticos, por lo que es poco probable que miembros del Plan República puedan ejercer funciones que no les corresponden. 
Salazar enfatizó la necesidad que tienen la Fuerza Armada en pleno de respetar y hacer respetar la normativa comicial, pues en parte, de esto depende la tranquilidad que se pueda difundir entre la población venezolana. 
En el caso de las milicias, aunque son organizaciones con menos rigurosidad que la institución formal, dependen directamente de la planificación en la que se enmarquen las actividades del Plan República, por lo que de igual forma deben tener delimitaciones durante el proceso electivo del venidero 7 de octubre. 
Civil y militar
La actuación de civiles con beneficios y obligaciones militares ha resultado inquietante para muchos electores. Las Milicias Bolivarianas conforman una fracción de las FANB, consideradas como un cuerpo especial que puedan contribuir con la sociedad a la defensa integral de la Nación. 
Su dependencia del Ejecutivo Nacional ha permitido que la población considere a esta coalición como un peligro para la evolución ecuánime de procesos electorales. Sin embargo, aunque muchos lo desconocen, ésta es la figura más antigua de defensa nacional. 
El militar retirado precisó que aunque no es desacertado formar este tipo de organizaciones, se debe tomar en cuenta que las milicias aún están en proceso de formación, por lo que tienen un nivel de entrenamiento inferior a las FANB. 
Para el proceso electoral es recomendable utilizar a la organización miliciana como un factor de apoyo a las labores de los militares formalmente preparados, quienes tienen mayor experiencia, rigurosidad y disciplina en la ejecución de sus deberes, afirmó Salazar. 
También es importante que estas coaliciones conozcan, comprendan y practiquen el articulado jurídico que regulan sus actividades, para que estén conscientes de sus delimitaciones, pues es común ver a miembros de las milicias haciendo o expresando libremente su agrado partidista en actividades públicas, acción que está prohibida de acuerdo a lo establecido en la Carta Magna. 
“Formar hombres dignos y útiles a la Patria”, es el lema de la Academia Militar, que debe impulsar a quienes conforman las organizaciones militares a formarse para cumplir con la responsabilidad que adquirieron con el país, cuando decidieron formar parte de la institución castrense. 
Partidización
Salazar fue el primer ministro de la Defensa que nombró el presidente de la República, Hugo Chávez en 1999, por lo que con pleno conocimiento de lo que establece la Constitución Nacional y demás reglamentos militares, deplora cualquier expresión militar que asome públicamente la adopción de una postura política que pueda comprometer su desempeño profesional. 
El ex titular de la cartera ministerial aseveró que la institución castrense es una organización profesional que no debe faltar de forma flagrante a las normas jurídicas que la regulan. 
La Constitución Nacional representa la máxima legislación del país, que está jerárquicamente por encima inclusive de la Presidencia de la República. En este documento nacional los artículos 328, 328 y 330 dejan claro la posición imparcial y ecuánime que debe tomar la Fuerza Armada en ejercicio. Ante este panorama, no hay Ministro, Jefe de Estado o cualquier otra autoridad del país que deba violar este apartado. 
El pasado noviembre, en un acto público el ministro de la Defensa, General, Henry Rangel Silva, aseguró que las FANB no aceptaría ningún resultado electoral desfavorable al presidente Chávez. 
Aunque posterior a esto, el funcionario público se retractó, en el desfile en conmemoración del 4 de febrero de este año, el Primer Mandatario escuchó de la boca del general de división y comandante de la Cuarta División y Guarnición Blindada de Maracay, Cliver Alcalá Cordones, decir que la Fuerza Armada era una institución revolucionaria, socialista, antiimperialista y chavista. 
A pesar de las críticas, Chávez ha mantenido este discurso de apego a lo que fue la institución que lo vio nacer como militar, violando de forma clara los preceptos constitucionales establecidos en la Carta Magna modificada en Asamblea Constituyente el primer año de su mandato. 
Salazar reiteró que la naturaleza de las FANB es resguardar la soberanía nacional y en coyunturas electorales, establecer estrategias adecuadas para velar por el correcto desempeño del proceso, por lo que no deben tener ningún tipo de militancia política. “La Constitución es tan democrática, que establece que si algún militar quiere hacer vida política, debe colgar sus armas, darse de baja e iniciar un nuevo proceso”. 
El que funcionarios castrenses tengan cargos de participación política, no implica que puedan hacer proselitismo libre. Un militar puede ser presidente de cualquier institución pública, sin embargo, aunque en el país eso se ha vuelto costumbre, no está implícitamente relacionado con tener que militancia activa dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). 
Inclusive el artículo 330 es preciso en otorgarles a los soldados el derecho al sufragio, sin que esto implique participación política y propagandística activa. 
Considera el General que las tendencias políticas mostradas por el Alto Mando Militar, no refleja la realidad de las tropas y demás miembros de la institución. Exhortó a los alistados a mantener la ética y el respeto por su profesión y por el país. 
Rebelión
El ex ministro no quiso adelantarse ante una posible rebelión militar en caso de que el próximo 7 de octubre, el candidato de Gobierno y Presidente de la República, pierda la reelección a las que aspira, no obstante aseguró que cualquier intención de desestabilización podrá ser derrotada con la participación masiva. 
Aspiró que la participación electoral se ubique en 90 por ciento, pues esto representaría una clara tendencia de la sociedad a continuar con un sistema libre y democrático. 
Salazar aclaró que si algún militar quiere protestar por el resultado electoral, debe abandonar sus beneficios y funciones como castrense, para que sus reclamos sean valederos y apegados a la ley, de lo contrario sería una arremetida directa en contra de la máxima legislación del país. 
Operaciones
El Oficial no duda de la organización de las FANB, pues han resguardado con éxito muchos procesos electorales. Recordó que para el Plan República se designa a un jefe de área o sector que dirige los componentes las milicias o reservas y a quien le rendirán cuentas del desarrollo del proceso. 
Este jefe debe estar directamente en contacto con el Comandante Estratégico Operacional quien es el eslabón final que debe estar en constante comunicación con el Presidente. El ministro de la Defensa en esta oportunidad tiene más funciones administrativas que operativas. 
Constitución Taxativa
La Carta Magna establece las delimitaciones claras en el ejercicio de las funciones militares. Antes de su reforma la Ley impedía el ejercicio del voto a los miembros activos de la institución castrense. La reforma impulsada por Hugo Chávez en 1999 estableció el derecho constitucional a los alistados, sin embargo esto no implica que deban parcializarse públicamente hacia una tendencia determinada. El artículo 328 reza que la Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley orgánica. Artículo 329. El Ejército, la Armada y la Aviación tienen como responsabilidad esencial la planificación, ejecución y control de las operaciones militares requeridas para asegurar la defensa de la Nación. La Guardia Nacional cooperará en el desarrollo de dichas operaciones y tendrá como responsabilidad básica la conducción de las operaciones exigidas para el mantenimiento del orden interno del país. La Fuerza Armada Nacional podrá ejercer las actividades de policía administrativa y de investigación penal que le atribuya la ley. Artículo 330. Los o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político

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