La enseñanza como concepto es la acción de
instruir, enseñar, comunicar ideas, dar a conocer a alguien algo nuevo. Para
llevar a cabo esta actividad, es importante la buena comunicación que es algo
que todo maestro o docente debe poseer, ya que por este medio se interactúa con
los estudiantes y hay un intercambio de ideas, pensamientos y conocimientos.
Para una buena enseñanza se necesita un buen
maestro o profesor, porque un buen maestro o profesor no solo es el que enseña,
también debe ser alguien que sepa escuchar, que comprenda a los educandos
y los apoye en los diferentes problemas
que presenten en su vida académica, social o familiar.
Yo, como docente universitaria de muchos
años, siempre he estado a favor, que los maestros o profesores tengan esa
actitud; pero todo docente debe tomar en cuenta que los problemas de los
estudiantes podrían afectar su vida
personal, por esto solo debe apoyar al discípulo en lo que pueda, sin caer en
el error de importarle más la vida y los asuntos de los educandos que lo suyos
propios.
Otra cualidad que debe tener en mi opinión
todo maestro o profesor es la capacidad de hacer didáctica e interesante la
clase, ya que cuando es aburrida es más difícil que los estudiantes pongan
atención y jamás puedan llegar a tener un aprendizaje permanente. Para ser un
buen maestro o profesor con estas características es importante que tenga la
vocación de enseñar; porque la vocación es el deseo de emprender una carrera,
profesión o cualquier otra actividad cuando todavía no se han adquirido todas
las aptitudes o conocimientos necesarios.
La vocación es un proceso que se desarrolla a
lo largo de la vida, y que se va construyendo basada en el descubrimiento de
¿quién soy?, ¿cómo soy? y ¿hacia dónde voy? En cambio, ell transcurso de la
enseñanza-aprendizaje tiene como objeto la formación integral del individuo, en
este caso del estudiantado.
Como ejemplo de lo expuesto anteriormente
tenemos las películas sobre el ejercicio de la Docencia como Matilda, la
Sociedad de los Poetas Muertos, El Profesor, etc., donde las actitudes de los
maestros no fueron las más adecuadas, no me gustó nunca llegar a ser como
alguno de ellos, debido a que jamás quise adoptar el comportamiento de los
o las educadoras de antaño,
queriendo que los estudiantes
aprendieran por medio de castigos y regaños, o quererles imponer su manera de
pensar lo que está bien y lo que no; tampoco fui como el maestro o profesor que
se preocupaba mas por los problemas que tenían sus estudiantes, a tal grado de
descuidar a mi familia y a mis hijos.
Creo que debe haber un equilibrio para llegar
a ser un buen docente, un equilibrio entre la familia, las cuestiones
personales y la labor docente. Concluyo que la profesión de educador, en todos
los niveles del sistema educativo, desde la educación inicial hasta la
universitaria, es muy importante para la sociedad, pero hay que desempeñarla
con ganas, hay que tener la vocación de enseñar, no solo dedicarnos a esto por
querer tener un salario digno o porque no tuvimos la oportunidad de dedicarnos
a otra profesión.
Aun siendo doctorada en Psicología del
aprendizaje y en Ciencias de la Educación, he tenido la dicha de ser docente
universitaria toda mi vida, desde pregrado hasta postgrado, teniendo siempre
una excelente comunicación con mis alumnos que es lo primordial, pero lo que
más me enorgullece es que todas mis clases les eran agradables a mis alumnos,
interesantes, didácticas y divertidas ya que esto les facilitaba el aprendizaje
y a mí, me ayudaba que dicho aprendizaje fuera de forma permanente.
Esto lo escribo, porque he venido observando,
que los docentes actuales en su mayoría, no escogieron bien la profesión a la
que querían dedicarse y por esto sus clases son aburridas y los conocimientos
no son transmitidos de manera interesante, no motivan a los estudiantes a
querer seguir aprendiendo y lo poco que aprenden solo es para un rato, es
decir, solo al momento de presentar algún examen.
Esta profesión puede llegar a ser cansona,
tediosa, fastidiosa, pero tiene buenas recompensas como que tus alumnos te
recuerden de buena manera por haberte ganado su cariño, al transmitirles
conocimientos o la gratitud por parte de muchos de ellos. En este tiempo he
podido ver algunos de los diferentes tipos de maestros que hay, y me gustaría en
un futuro que los maestros o profesores
de mis nietos y de los suyos, fueran buenos maestros o profesores, que en el
mañana les recuerden con cariño, y no
por ser la típica maestra de la clase aburrida y regañona.
En si esta profesión es muy bonita, ya que al
paso del tiempo no solamente los alumnos aprenden, sino que tu como maestro
también aprendes algo nuevo día con día. A todos los excelentes maestros o profesores. FELIZ DÍA
DEL EDUCADOR.
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