30/1/12
Adoctrinadora chavista del 23 de enero
JENNIFER JOSEFINA TIBERIO ACOSTA nacida el 31 de Marzo de 1.973 la mujer que aparece en foto niños armados CI 10796427 C/ El Estanque 2 El Observatorio PQ 23 Enero pásalo...figura en la lista Tascón que votó a favor del canceroso
Chávez: prisionero del gorilismo militar
Las preguntas son: ¿Cómo reaccionarán los factores civiles del PSUV y del gobierno ante esta creciente militarización de la burocracia del Estado y de la revolución? ¿Se mantendrán de brazos cruzados ante una pérdida de poder que no terminará hasta después que pasen a ser una insignificancia del proceso que tanto han contribuido a desarrollar y sobrevivir? ¿Resistirán y se aliarán con la oposición para salvar y fortalecer lo que queda de la democracia y reconciliar a un país que está pidiendo a gritos la unión de todos para no perder las primeras décadas del siglo XXI?
Chávez: prisionero del gorilismo militar
No hay dudas que Hugo Chávez confronta desde mediados del año pasado la misma situación que vivió el dictador, Marcos Pérez Jiménez, cuando intentó renunciar después de la derrota electoral del 2 de diciembre de 1952, decisión que se frustró cuando fue amenazado con su detención inmediata por el Alto Mando de la época, uno de cuyos oficiales le espetó ametralladora en mano (el teniente coronel, Oscar Tamayo Suárez, Comandante General de la Guardia Nacional): “¿Cómo que va a renunciar y nos va a dejar a nosotros desamparados para que la jauría de adecos, urredistas, copeyanos y comunistas nos despedacen?”.
Y fue así cómo el tímido, pusilánime y corto de luces coronel, Marcos Evangelista Pérez Jiménez, dio el golpe que desconoció el resultado electoral, asumió la dictadura y gobernó al país con mano de hierro durante 5 años, al final de los cuales fue derrocado por un movimiento cívico-militar y marchó a un exilio de por vida, solo interrumpido cuando regresó a Venezuela en 1963 para ser enjuiciado “por delitos de peculado y malversación de fondos” y condenado a 4 años, un mes y 15 días de prisión.
En el caso de Chávez, es evidente que la increpación de sus militares de más confianza, de generales como Henry Rangel Silva, Hugo “El Pollo” Carvajal, Clíver Alcalá Cordones, José Gregorio Montilla Pantoja, Luís Alfredo Motta Dominguez y del almirante, Carlos Aniasi Turchio (entre otros) se hizo, no por unas “elecciones perdidas”, sino por unas que “podían perderse”, y la alta oficialidad, a diferencia de la de Pérez Jiménez, tomó las previsiones para no correr los riesgos que les significaría verse abandonados por el hombre que, no sólo les ha dado poder e impunidad, sino sin cuyo abrigo podrían ser pasto de la justicia penal nacional e internacional.
Y no hay dudas de que ésta es la causa de que el enfático, copioso. incontenible verbal y propenso a deprimirse, teniente coronel, Hugo Chávez, abandonara su lecho de enfermo, interrumpiera el tratamiento que especialistas médicos cubanos le habían prescrito para superar una dolencia cancerosa de diagnóstico reservado, pero para echar el resto y jugárselas por los hombres a los cuales debe su permanencia en el poder, que algunos tratadistas juzgan inconstitucional y hasta contra el sentido común.
Lo cierto es que, desde el último trimestre del año pasado y el primer mes del presente, el gobierno o revolución chavista han tomado un giro netamente militar y francamente anticivil, con los hombres de los cuarteles pasando a ocupar más y más posiciones clave en la estructura burocrática del estado y los de cuello y corbata reducidos a someterse al mando de quienes, por concentrar el monopolio de las armas y la confianza presidencial, parecieran mejor dispuestos a recurrir a salidas límites ante las confrontaciones que lucen inevitables en el corto y mediano plazo de la crisis nacional.
Una primera señal en esta dirección fue dada el 5 de enero pasado cuando, el teniente coronel ®, Diosdado Cabello, fue nombrado presidente de la Asamblea Nacional, sustituyendo al civil y excomandante guerrillero de los 60, Fernando Soto Rojas, el cual, a pesar de sus discursos rocambolescos de radical revolucionario y chavista, mantuvo relaciones conciliadoras y de acercamiento con la bancada de oposición representada en el parlamento.
“Conmigo no habrá reconciliación” fueron las primeras palabras de Cabello al asumir su nuevo cargo, y con ellas, pareció salirle al paso a informaciones, según los cuales, no pocos parlamentarios oficialistas daban muestras de estar inclinados al diálogo y discutir salidas en caso de que el presidente Chávez perdiera las elecciones del 7 de octubre próximo.
Ahora bien, hasta la designación del teniente coronel ®, Cabello, para la presidencia de la AN, el cuerpo legislativo había estado controlado por el sector civilista del PSUV encabezado por el canciller, Nicolás Maduro, y el exministro del Sector Eléctrico, Alí Rodríguez, quienes, no por casualidad precisamente, habían recibido de parte de Chávez “despidos preanunciados”, el uno para ser lanzado como candidato a la gobernación de Carabobo en las elecciones que se celebrarán el 7 de diciembre y el otro para que viajara a Quito a encargarse de la presidencia de UNASUR.
Con estos anuncios, también llegaron decisiones que afectaron a otras dos figuras emblemáticas del sector civil del gobierno y la revolución: una que envía al ministro de Información y Justicia, Tareck El Aissami, a postularse como candidato a la gobernación del Estado Mérida, y otra al vicepresidente, Jaua, a hacer campaña por la gobernación de Miranda.
O sea que, si Maduro, El Aissami y Jaua, arrancaron como funcionarios de alto nivel en un momento en que la revolución parecía consolidada, y los militares lucían tranquilos, quietos, y sin insomnio por el futuro del corto y mediano plazo de Chávez y su experimento socialista y revolucionario, ahora, con el desgaste terminal de la revolución, Chávez con un pronóstico de salud comprometido y una derrota electoral ad portas, nada más lógico que sean los hombres armados y con causas con la justicia internacional, los que salgan a apostar “a todo o nada”.
Por ahora, ya Cabello está al frente de la Asamblea Nacional y decidido a reducir a los parlamentarios oficialistas con debilidades por una reconciliación del país, y, lo que es más cuartelario, dispuesto a meter en cintura, vía presupuesto, a aquellos gobernadores y alcaldes psuvistas con pocas posibilidades de ser reelectos y reacios a renunciar para que sus opciones sean asumidas por militares o civiles de alma, corazón y vida militaristas.
El cuestionado y solicitado por tribunales estadounidenses, general Rangel Silva, es premiado con el ministerio de la Defensa y el mensaje no puede ser más explícito para que el resto de la oficialidad con acusaciones por complicidad con el narcotráfico: el comandante-presidente no los dejará solos y estará siempre con ustedes, antes que con un civilismo ambiguo, cansado y con deseos de retirarse a disfrutar de sus activos bien, o mal habidos.
En la misma línea, ya pareciera estar resuelta la desaparición del ministerio del Interior y Justicia, o por lo menos su yuxtaposición, a un Superministerio de la Información, que tendría como titular al exdirector de la DIM, Hugo “El Pollo” Carvajal, al cual estarían adscriptas el SEBIN, la DIM, y las direcciones de inteligencia del Ejército, la Armada y la Guardia Nacional.
O sea que, Carvajal, igualmente en una lista del Departamento del Tesoro de USA, acusado de cómplice con narcotraficantes colombianos, se convertiría en el superjefe de los cuerpos de seguridad, inteligencia y contrainteligencia, con un control sobre la información política y militar del país como solo la tuvo el tristemente célebre director de la Seguridad Nacional, Pedro Estrada, durante la dictadura del general, Marcos Pérez Jiménez.
Las preguntas son: ¿Cómo reaccionarán los factores civiles del PSUV y del gobierno ante esta creciente militarización de la burocracia del Estado y de la revolución? ¿Se mantendrán de brazos cruzados ante una pérdida de poder que no terminará hasta después que pasen a ser una insignificancia del proceso que tanto han contribuido a desarrollar y sobrevivir? ¿Resistirán y se aliarán con la oposición para salvar y fortalecer lo que queda de la democracia y reconciliar a un país que está pidiendo a gritos la unión de todos para no perder las primeras décadas del siglo XXI?
Las respuestas es evidente que están en camino, tienen una primera fase de realización en los resultados de las primarias del próximo 12 de febrero, y, sobre todo, terminarán de hacerse explícitas cuando sepamos si Hugo Chávez es efectivamente el candidato oficial a las elecciones presidenciales del 7 de octubre, y si las gana o pierde.
En este contexto, pienso que la decisión de una mayoría de dirigentes y militantes del PSUV de unirse a la oposición para enfrentar y derrotar la militarización de país, es imperativa.Julio Borges: regalos de Chávez superan los $ 81 mil millones
El coordinador nacional del partido Primero Justicia (PJ) y diputado a la Asamblea Nacional, Julio Borges, denunció que el presidente de la República, Hugo Chávez, ha realizado "regalos" a otros países en materia de Cooperación internacional por un monto total en dólares de 81 mil 917 millones.
Afirmó que solamente en el 2011, obsequió a sus aliados en el extranjero una suma de 11 mil 976 millones de dólares, recursos que a su juicio pudo haber utilizado para construir, en el país, un aproximado de 350 mil viviendas.
"No sabemos los términos de las decenas de acuerdos con Cuba, pero sí sabemos que la mitad de éstos, se va en múltiples acuerdos de venta de petróleo y sus derivados en condiciones preferenciales, lo cual genera pérdidas para el país, de unos 4.500 millones de dólares en el caso de PetroCaribe y Cuba", explicó el diputado. Asimismo, indicó que a ese monto se suman los acuerdos con Argentina, Bielorrusia, Bolivia, Paraguay y Uruguay, los cuales alcanzan unos 1.500 millones más, para dar un total de unos 6 mil millones de dólares, aproximadamente.
Según el balance que presentó el parlamentario, muestra que Cuba es el país más beneficiado en cuanto a acuerdos de cooperación, alcanzando una suma de 2.900 millones de dólares, durante 2011 y 2012. En segundo lugar, Nicaragua que en 2011 recibió 63 millones de dólares para un bono salarial mensual de sus empleados públicos y 107 millones de dólares para subsidiar las tarifas eléctricas.
"Con sólo el 9% de todo lo regalado se puede pagar salario mínimo por 2 años a casi 900 mil desocupados que reporta el INE. También se pudiera pagar por casi 3 años Tickets de alimentación de Bs.F 800 mensuales, a los 2 millones de jubilados y pensionados; y se habrían construido 350 mil casas para los venezolanos", explicó.
Del mismo modo, insistió en "parar en seco" dichos acuerdos, a través de una propuesta de "Ley Candado" en la que se firmen acuerdos que beneficien al país o se envíen recursos a otras naciones por situaciones de ayuda humanitaria que así lo requieran.
La puñalada de Earle Herrera a la UCV
Raya, que no es para menos porque en esos años el humilde muchacho de El Tigre era -un señorito enmantillado; de la aborrecida burguesía puntofijista y alumno mimado del profesorado, de la Escuela de periodismo de la UCV– los miserables lacayos del imperialismo, quienes violando las leyes racistas de la institución lo acogieron en su seno, para que no muriera de hambre porque a pesar de su pelo amarillo chicharron y sus rasgos negroides intuyeron en él un talento probo.
Pelón de bolas del Claustro, que aprovechó Earle porque el director de la Escuela de Periodismo, Héctor Mujica, quien también era de pelo chicha violó las elitescas leyes coloniales de UCV, que no aceptan en sus aulas a negros, ni mestizos en sus aulas. Sin embargo, el conmovido Negro Héctor, lo contrató como preparador para que comprara una ropita al verle las raídas hilachas, de su sudada franelita.
Mas la cruel discriminación racista del director no se detuvo aquí y por su mediación, el desvalido Earle ingresó como colaborador en el derechista diario El Nacional. Cara aspiración, de los estudiantes de periodismo en esa época donde el humilde muchachito, se dio a conocer en el país. Sus buenas notas y el don de la creación, le granjearon un cargo docente en la despreciable UCV que no se dejaba vencer por las sombras, de la bota militar. Faltaban muchos años, para que Belcebú intentara hacerlo y algunos más, para que Earle ofreciera al felón su puñal, para degollarla.
Entre tanto, el joven docente y escritor promisor, gozaba de los mimos de la oligarquía y de la adulancia de los camaradas intelectualosos, becados por el Conac o la UCV, que medraban con Earle el whisky de la derecha asidua a la República del Este, para escuchar las historias -reales o inventadas- de la guerrilla derrotada, que se emborrachaba sin pagar mientras esperaba la gran novela del siglo del promisor escritor.
Picado por tantas historias heroicas, Earle también inventó su propio mito y un día sorprendió a sus camaradas de bebida, con el cuento sensiblero de una infancia triste en los campos petroleros de El Tigre donde los niños gringos se divertían en las grandes reservaciones paradisíacas- mientras él; el niño mestizo los veía merendar, a través de las alambradas con la boca hecha agua.
Ese fue su primer encuentro, con el imperialismo yanqui y la cara cruel de la discriminación racial. Recuerdo devenido odio contra la UCV cuando Belcebú, le abrió los ojos porque a él, también lo discriminaron por ser bembón, en la casa de los sueños azules, la cuna de la peste militar que describió la pluma feroz, de Manuel Caballero.
Tanto, trasnocho y la vil caña a destiempo hicieron que Earle mandara al carajo, a la novela del siglo y su responsabilidad docente, a medida que se hundió, por más de diez años, en el tremedal de la bohemia. Tiempo en el que no dejó de cobrar ni un mes de su sueldo, a pesar de que abandonaba los cursos al apenas comenzar el año docente. Carga que asumió la UCV porque el profesor de marras aludía sufrir, de traumas existenciales.
Pero, la historia del Earle no culmina aquí. En una de sus rascas memorables, una prostituta en El Callejón de La Puñalada, lo arrastró a un hotelito de paso donde lo despojó, hasta de la ropa interior y los zapatos. De allí salió a la calle, descalzo y vistiendo un pantalón rojo, de mujer cuando lo encontró Pedro Espinoza Troconis, profesor de la Escuela de Periodismo, también de rasgos negroides. De esta aseveración puede dar fe, el ex rector sádico y asesino, Edmundo Chirinos; orgullo chavista, quien ordenó su reclusión en el Clínico Universitario y el posterior traslado a la Clínica Psiquiátrica El Cedral para curarlo, de su adicción etílica.
Episodio que pudo ser, otra Crónica de Caña y muerte como la de Orlando Araujo, o su ansiada novela del siglo. Una obra literaria, sino buena, tal vez, menos vergonzosa que el espectáculo miserable, escenificado por el diputado en la asamblea cuando gritó para jalarle bolas a Belcebú: ¡Señores, el Claustro ha muerto! Buscando argumentos, para degollar a su universidad en la hora más negra, de su historia de casi 300 años.
Después, del episodio del hotel, un nuevo director de la Escuela de Periodismo, Guillermo López, quien para mayor coincidencia también tiene el pelo malo, lo expulsó de su cátedra y lo transfirió a un carguito administrativo donde aguardó su jubilación, con todos sus beneficios y sólo el chavismo, ahora, sigue esperando su gran novela del siglo.
He aquí, la catadura moral y la razón; de la dentellada caníbal, a la garganta de la UCV, de este afro descendiente acusándola de racista, por impedir pedir en la reforma universitaria, el voto de los empleados administrativos de la institución. La mayoría una pandilla de sinvergüenzas, tan flojos para el trabajo y enemigos, de la UCV como Earle, que cobró 10 años de docente sin dar clases.
Además, pidió el voto estudiantil en pleno para dejar en minoría al cuerpo docente que elije a las autoridades universitarias. Todo, con el propósito de destruir la autonomía universitaria y así saciar su reconcomio, de escritor mediocre que jamás escribirá una buena novela.
Mas Oro para los choros Rojos, rojitos
Llegan al país 14 toneladas de oro
30 Enero, 2012
ND.- Las 14 toneladas de oro que llegaron al país este lunes, constituyen la última remesa de las reservas venezolanas que se encontraban en el exterior. De acuerdo a Nelson Merentes, con este envío las reservas depositadas en las bóvedas del BCV alcanzan 86% del total.
Así lo recoge AVN:
La tarde de este lunes llegaron al país 14 toneladas de oro, con un valor equivalente a 70 millones de dólares, las cuales constituyen la última remesa de las reservas auríferas venezolanas que se dispuso repatriar y que se encontraban depositadas en bancos del exterior.
La información fue suministrada por el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, desde el aeropuerto de Maiquetía, terminal aéreo al que llegó el avión que transportaba el oro.
Explicó que con este envío, que cierra el ciclo de repatriación de oro, las reservas depositadas en las bóvedas del BCV alcanzan 86% del total, mientras que el resto, alrededor de 50 toneladas, se quedarán en los bancos en los que la República requiere mantener las cuentas abiertas para realizar operaciones financieras internacionales.
“Todo lo que se ha repatriado al país alcanza 160 toneladas, que equivalen a nueve mil millones de dólares”, precisó el titular del ente emisor.
La repatriación de las reservas de oro se inició el 23 de noviembre y progresivamente se realizaron una serie de envíos, los cuales contaron con las medidas de seguridad necesarias para estos procesos.
Agrego que este cargamento esta compuesto por 28 cajas, con un peso de 500 kilogramos cada una.
El envío fue recibido por las autoridades monetarias por la rampa 4 del aeropuerto internacional de Maiquetía.
También estuvieron presentes el ministro de la Defensa, Henry Rangel Silva y el gobernador del estado Vargas, Jorge Luis García Carneiro.
CONTRA EL ADOCTRINAMIENTO.
ND/democrataopositora.-
No solamente fueron niños armados. También adultos, portando y apuntando con armas largas, como lo demuestra la siguiente foto cortesía de La Patilla.
Tanto miedo tiene, que cada vez se esconde más.
Horacio
El comandante tiene miedo. Se le nota. Él sabe que el cuerpo cobra,
tarde o temprano, los excesos físicos, y que el destino también cobra,
tarde o temprano, los otros excesos. Fresco tiene el recuerdo de sus
amigotes que creyeron que el poder es eterno y el destino les cobró
sus excesos de una manera muy cruel. Ni siquiera la espada de Bolívar
los salvó y hay incluso quien piensa que esa espada ayudó al destino.
Tanto miedo tiene, que cada vez se esconde más. Sólo se deja
entrevistar por quien, sumiso y preso de sus propios miedos, le hace
las preguntas que él le ordena. No deja que la gente, su “pueblo”, se
le acerque, porque sabe lo que lo van a dejar en evidencia. Le tiene
miedo a una dama que lo puso en su lugar, sin que pudiera reaccionar
más allá de una balbuceante y gastada referencia a la poderosa águila
y la insignificante mosca, sin imaginar el poder que puede tener una
mosca. El problema no es su miedo, sino lo que hace con ese miedo.
Sus secuaces tienen miedo. Se les nota. Ellos saben que cuando él
caiga, ellos también, irremediablemente, caerán. Tienen miedo cuando
amenazan; esa es su defensa. Cada vez que se ríen de sus ocurrencias,
no pueden evitar el rictus que los delata. Ellos saben que aquellos a
quienes hoy humillan están en la bajadita, esperándolos, y eso los
aterra. Tienen miedo de perder sus privilegios, ganados a punta de
adulancia servil y de corrupción. El problema no es su miedo, sino lo
que hacen con ese miedo.
Es evidente lo que hacen con ese miedo. Tratan de infundir miedo al
enemigo; es decir, a los que no pensamos igual. Al final, especulan
ellos, vencerá quien tenga menos miedo, y como no pueden controlar el
suyo, hacen todo lo posible por aumentar el ajeno. Por eso es que
algunos generales amenazan con sólo reconocer a quien los protege, por
ahora. Por eso, ido Tascón, crean sus propias listas de personas
humildes esperanzadas en obtener algo de la piñata, con la amenaza
cierta de que no sólo basta con estar en la lista sino jurar lealtad
para permanecer en ella. Lo que no saben muchos es que lo único
importante para el régimen es la lista, para así convertir las
esperanzas en grilletes.
Una de las tareas más importantes de quienes aspiran sacar por la vía
democrática a alguien que no es demócrata, consiste en ayudar a que la
persona común, los de a pie, venzan el miedo. Para ello, tienen que
vencer sus propios miedos. No es posible que algunos no se atrevan a
tocar, ni con el pétalo de una rosa, a quien los ha golpeado sin
misericordia. El daño que se ha hecho no debe callarse. La mentira y
la trampa no deben esconderse. No debemos permitir que la barbaridad
de las elecciones parlamentarias se repita. En aquella oportunidad,
cambiaron intencionalmente las circunscripciones electorales para
sacar más diputados con menos votos, y lo lograron porque nadie se los
impidió. Hoy nos están obligando a identificarnos con nuestra huella
justo antes de votar, siendo esta la manera más eficaz de infundir
miedo, y nadie se los está impidiendo.
Yo tengo miedo. Tengo miedo de que el miedo venza a muchos
compatriotas que quieren un cambio y no se atreven porque pueden
perder algo, sin darse cuenta de que van a perder el futuro. Tengo
miedo de que seamos más y ellos logren más votos, logrando así
perpetuar a un hombre en el poder, en contra del deseo expreso del
Padre de la Patria, el verdadero. Tengo miedo de que el proyecto
castrista se imponga en nuestro país en contra de la voluntad de una
mayoría paralizada por el miedo. Tengo miedo de que nadie lo impida
porque tiene miedo.
Decía Herman Hesse: “Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien
le hemos concedido poder sobre nosotros.” La única forma de que sigan
expropiando, robando, al país es que les concedamos ese poder.
Frente a las Primarias: Verdades incómodas o la falacia de la economía del VOTO
Fuente: http://porlaconciencia.com/?p=2121
1. El Silencio ensordecedor
Amigos me comentan a diario sus apreciaciones sobre la situación política.
“¿Qué te parece el retiro de Leopoldo a favor de Henrique?”. “Diego y María
Corina tienen las mejores ideas, pero ninguno de los dos tiene posibilidades
de ganarle a Chávez”. “Yo creo que Diego está más claro en cuanto a la
situación política, pero polariza demasiado, y lo que necesitamos para ganar
en octubre es un candidato que sume en lugar de restar votos”. “Mira lo que
dicen las encuestas, Henrique tiene más apoyo y parece ser el único que
puede sumar votos y salir ganador en octubre”. “Pablo tiene el apoyo de los
grandes partidos, sus propuestas sintonizan con el chavismo, y puede
garantizar una transición sin violencia”.
Cada vez que escucho este tipo de comentarios, tengo la sensación de vivir
en otro país. A tres semanas de las primarias muchos de mis amigos alimentan
grandes expectativas hacia el futuro: piensan que elegiremos un candidato
opositor y que si éste logra sumar alrededor de él una siempre creciente
mayoría de votantes insatisfechos con estos 13 años de chavismo, con
propuestas sensatas englobadas dentro una excelente campaña electoral,
tendremos grandes posibilidades de ganar las elecciones en octubre.
Entiendo su postura, entiendo su razonamiento, y con cierta nostalgia
quisiera compartir su sueño. Pero la cruda e implacable realidad del entorno
político en el que vivimos no me permite ni soñarlo. En cambio, trato con
paciencia de explicar a mis amigos que a pesar de su optimismo – reflejado
en ese slogan devenido tan ubicuo en estos días, “2012, el Año del Cambio”-
a pesar de la percepción de que Chávez está cayendo en las encuestas y de
que la oposición está supuestamente más unida que nunca, los venezolanos no
vivimos en democracia, que esta es una dictadura, que los dictadores pueden
celebrar elecciones – como lo hacen en Cuba, Bielorrusia y otras dictaduras
- pero nunca las pierden, y que la mafia narco-terrorista-militar que se ha
ido adueñando del país tiene tantos expedientes abiertos y por abrir que
nunca, nunca dejará el poder. Porque perder el poder significa perder la
inmunidad que confiere ser amo de un país soberano.
Usualmente a estas alturas no pierdo mi tiempo en enumerar los estudios
divulgados por publicaciones académicas del más alto prestigio a nivel
mundial que afirman, sin ambages, que desde el 2004 el sistema electoral
venezolano es un casino donde el dueño del casino reparte las fichas según
sus preferencias y determina quién gana y quién pierde. Ya no trato de
explicar, cifras en mano, cómo la cuarta parte de los votantes inscritos en
los últimos diez años en el Registro Electoral Permanente existe sólo en
nombre. Aún cuando demuestro que casi el 100% de las personas mayores de 18
años en Venezuela están inscritos en el REP, y que hace cuatro años, sólo en
el Distrito Capital, según cifras del INE, había una población mayor de
1.514.403 habitantes, mientras que dos años después, según cifras del CNE,
2.100.977 votantes del Distrito Capital estaban inscritos en el REP
(www.analitica.com/va/politica/opinion/3093490.pdf).
Repito: entre 2008 y 2010 (si uno acepta como verdad la absurda tesis que
100% de los habitantes mayores de 18 años en el DF están inscritos en el
REP) el número de votantes aumentó en un 39%.
Tómese un minuto para digerir las implicaciones de estas cifras oficiales –
¡cifras oficiales! En dos años la población de mayores de 18 años en el
Distrito Capital ha crecido en un 39%.
Esto nos lleva indefectiblemente a la conclusión de que 28% de los inscritos
en el Distrito Capital son votantes fantasmas.
Ud. puede con toda seguridad extrapolar esta fórmula y aplicarla al resto
del país, sobre todo en las regiones rurales, donde más han crecido los
nuevos centros de votación (y la cantidad de votantes virtuales) y donde hay
menos control por parte de la oposición. Y no olvide que la oposición nunca
ha podido establecer y mantener una presencia firme en más de 60% de los
centros de votación a nivel nacional.
Examinemos estas cifras desde una perspectiva global: En los países donde el
registro es voluntario, como es el caso de Venezuela, el porcentaje de
votantes elegibles (mayores de edad) inscritos en el registro electoral de
sus respectivos países oscila entre 70% y 75%, aún en las democracias más
maduras. Partiendo de la premisa razonable de que el 65% de los venezolanos
son mayores de edad, y que tenemos una población de 28,5 millones de
habitantes, son 18.525.000 los venezolanos mayores de 18 años. ¿Qué nos dice
el CNE en cuanto a votantes inscritos en el REP? En diciembre 2011
contabilizó 18.338.913 votantes inscritos. Si aplicamos la fórmula aceptada
según la cual entre 70% y 75% de los mayores de edad estaría inscritos en el
REP, tendríamos una verdadera inscripción electoral que oscila entre
aproximadamente 13 y 13.9 millones de votantes de carne y hueso. De ahí la
cifra mínima de 5 millones de votantes fantasmas.
La develación de esta burda y descarada manipulación, esta mentira tan
obvia, tan fácilmente comprobada, debería ser motivo de indignación
ciudadana, de llamadas a la acción, de manifestaciones nacionales, de
reclamos a instancias regionales e internacionales y de exigencias
específicas por parte de la MUD para que se investiguen de manera exhaustiva
las cifras del REP y las metodologías empleadas por el CNE y el INE a nivel
nacional. Pero nada. Lo que se escucha es un silencio ensordecedor, para
muchos incomprensible, por parte de quienes se ufanan de ser los dirigentes
de la oposición.
1. 2. Cambio de Paradigma
Uno bien podría preguntarse por qué a veces con ciertos amigos me resigno a
no insistir en explicar con detalle la magnitud del fraude que el régimen
sigue montando a diario (el Registro está abierto; el CNE sigue inscribiendo
votantes, quizás votantes de verdad, seguramente votantes fantasmas) a fin
de asegurarse una holgada victoria el 7 de octubre.
La respuesta no es fácil. Por un lado, muchas personas prefieren vivir una
ilusión cómoda en lugar de enfrentar una verdad incómoda. Muchas personas
sencillamente no logran cambiar de paradigma.
Cambiar de paradigma significa desechar todo lo que uno cree saber sobre un
asunto y aceptar, basándose en nuevas evidencias, una nueva verdad. Nuestro
planeta fue creado hace entre 5 y 6 millardos de años, no es plano, y da
vueltas alrededor del sol, y no al revés. Hoy aceptamos estas verdades como
tales, pero hace 500 años hacía falta ser un hereje para tener creencias
así, y el conjunto de dogmas de la Iglesia Católica Apostólica Romana
garantizaba que al expresarlas abiertamente los herejes pagaran con su vida
el atrevimiento.
Frente a las evidencias irrefutables sobre el fraude y confrontado con el
hecho de que no solamente estas evidencias se han hecho públicas desde hace
muchos años (aunque hayan tenido muy poco eco en los medios masivos de
comunicación) sino que todos los altos dirigentes políticos y candidatos a
las primarias están al tanto de esta información, el venezolano inteligente
con conciencia cívica se enfrenta a un terrible dilema. O sigue aferrado al
paradigma convencional (la MUD habla claro, actúa de buena fe, representa
mis intereses, representa un auténtico cambio, aspira apoyar a un candidato
que remplace a Hugo Chávez, etc.) o entra en un mundo desconocido, un mundo
que en los mapamundis del siglo XV los cartógrafos señalaban como Terra
Incognita, poblada de monstruos. En este mundo abundan los interrogantes, y
escasean las respuestas claras. El mero hecho de reflexionar sobre estos
temas y hacerse estos interrogantes implica que uno está cambiando un
paradigma cómodo por un paradigma terriblemente inquietante. Y para algunos
eso implica coquetear con la herejía; podría pagarse caro, muy caro, ese
pecado.
Por ejemplo: si la MUD se resiste enérgicamente a reconocer, denunciar con
vehemencia y rectificar el carácter fraudulento de un sistema electoral que
garantizará sin duda una holgada victoria al candidato oficialista en
octubre, ¿A qué intereses responde? Y la respuesta inevitable es que los
líderes de la MUD no están comprometidos con un cambio de gobierno.. Algunos
de los candidatos, evidentemente sí y otros, aparentemente, no.
Hay un dicho en inglés, “Politics makes strange bedfellows”, cuya traducción
sería algo como “en la política todo es posible” o, mejor dicho, “en la
política hasta los polos opuestos se pueden juntar”. En nuestro caso,
pareciera que el régimen se ha aliado con algunos poderosos jerarcas de la
MUD, con el apoyo de figuras claves en los medios de comunicación, para
instaurar un Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición Electoral, desde el
cual se impone a la fuerza un dogma que consiste en no hablar del fraude, y
así permitir no solamente la reelección (¿indefinida?) del dictador o su
candidato designado sino también la instauración de un aparato burocrático
opositor alimentado y controlado por el régimen, el cual fungiría cual
Pueblo de Potemkin, como Partido Unido de la Oposición. Un Partido Unido de
la eterna Oposición que satisfaría la necesidad de este régimen forajido,
criminal y terrorista, de presentarse como legítimo a los ojos del mundo. Y
para seguir alimentándose a sus anchas del erario público.
Creo que poco a poco los venezolanos opositores conscientes están cambiando
de paradigma. Por supuesto cuesta mucho hacerlo. Significa deshacerse de las
creencias y las lealtades reflexivas a través de las cuales uno ha ido
construyendo su realidad política durante toda una vida. Significa ver con
ojos muy abiertos quién es quién, de verdad. Significa, en una palabra,
despertar, y ver el mundo como es, y no como uno quisiese que fuera.
1. 3. Cuentas claras
Como asesor político con más de 35 años trabajando en tres continentes con
decenas de candidatos a todos los niveles, creía haberlo visto todo. Pero el
actual panorama electoral venezolano (el verdadero, no el que se le ofrece
al público, el pan y circo del show montado para las masas) desafía la
imaginación.
Ahora bien ¿Qué hacer frente al pan y circo de las primarias? Porque,
recordémoslo, el mismo régimen, actuando a través del CNE – que tiene una
trampa mortal montada para las elecciones de octubre, con la complicidad
activa y pasiva de poderosos sectores de la oposición- es el que maneja y
controla en gran parte el proceso de las primarias. Estemos muy claros:
Chávez quiere medirse contra un candidato cómodo, un candidato que no lo
ofenderá, que no le hará preguntas indiscretas, que no profundizará en las
incoherencias, mentiras y -llamémoslo por su nombre – asuntos de la
criminalidad en la que se ha incurrido en los últimos 13 años.
Sea usted el juez. ¿Cuál de los ahora cinco candidatos le conviene más a
Chávez como contrincante? Olvídese por una vez de los intricados cálculos
electorales que hacen los analistas políticos que salen cada día con sus
pronósticos, de que si éste tiene más carisma que el otro, o que si tal o
cual partido tiene más arraigo; que si la oferta de fulano supera a la
oferta de fulana. Olvídese del viejo paradigma, que supone que estamos en un
ciclo electoral donde, aún si nos tienden trampas por aquí y por allá, el
candidato opositor podrá ganar si obtiene “una avalancha de votos”.
Volvamos a las cuentas anteriores.
En este momento, el REP tiene inscritos aproximadamente 18 millones de
votantes, de los cuales 5 millones (según se puede extrapolar de las cifras
mencionadas anteriormente) son votantes fantasmas o virtuales. Partiendo de
la premisa de que altas tasas de abstención favorecen al candidato del
gobierno (ya que tiene 5 millones de votos ya tabulados a su favor), hagamos
un ejercicio teórico: supongamos que habrá este año una participación real
de 75% de los electores. Es decir, 75% de los 13.5 millones de votantes (los
de carne y hueso) decide votar y se abstiene un 25%. Es decir, votan un
poco más de 10 millones de electores.
Supongamos (aunque sea poco probable, ya que el chavismo maneja mucho mejor
que la oposición sus operativos caza-votos el día de las elecciones) que la
mitad sea de votantes chavistas, y la mitad sea de la oposición.
Imaginemos además que dentro de este universo de votantes reales, el
candidato opositor, haciendo una campaña brillante frente a un candidato de
gobierno débil, logra captar 65% de los votos. Habrá conseguido 6,5
millones de votos contra 3.5 millones. Pero, recuérdese, quedan por
contabilizar los 5 millones de votos fantasmas ya que – a diferencia de las
elecciones regionales y municipales, donde existen más controles a nivel
local y se puede fiscalizar mejor el proceso- el chavismo los verterá a su
favor en la sala de totalización tan fácilmente como uno vierte un tobo de
agua en la bañera.
De repente, estos 5 millones de votos virtuales se agregan a los 3.5 votos
auténticos del chavismo, y Chávez gana con 8.5 millones de votos contra 6.5
de la oposición y el resultado electoral es 56% a 44%, con un margen de
victoria de 2 millones de votos.
Y éste es el mejor de los casos imaginables para la oposición.
Basándome en estos sencillos cálculos, sostengo que para la oposición es
políticamente y matemáticamente imposible, bajo las condiciones actuales,
ganar las elecciones presidenciales.
1. 4. La verdadera alternativa
Entonces ¿Cuál debería ser la postura de la oposición frente a las
primarias? Esto depende de qué buscamos lograr con la campaña electoral. A
sabiendas de que la partida está perdida de antemano, como ya se supone y
se habla en las más altas esferas de la cúpula oposicionista, ¿Deberíamos
buscar complacer el régimen con una campaña inofensiva, una campaña basada
en estrategias electorales tradicionales?, ¿Buscaremos aglutinar votos de la
manera menos ofensiva, y superar la oferta electoral del opositor con la
vana esperanza de que podremos cohabitar apaciblemente con el enemigo en el
2013, negociando cuotas de poder según las viejas reglas del juego político
venezolano? ¿Es esto lo que buscamos?
Esta parece ser ya la estrategia de varios candidatos que se esfuerzan en no
ofender ni acusar a nadie, en no hacer preguntas incómodas, en quedar bien
con todo el mundo.
Una estrategia alternativa consistiría en develar detalladamente, de manera
contundente y sin cortapisas, la naturaleza intrínsecamente fraudulenta del
proceso electoral. Demostrar que las estructuras legalistas que sostienen al
régimen y le confieren legitimidad son una mentira. Concentrar los ataques
contra el punto en que el régimen es más vulnerable y así deslegitimarlo a
los ojos del mundo. Porque la cadena de posibles acciones futuras debe pasar
por la deslegitimación de un régimen que proclama al mundo que es una
democracia, mientras actúa en las sombras como la más cruenta dictadura. Los
países que vivieron la Primavera Árabe están tratando de pasar de dictaduras
a democracias, ya que ellos mismos y el resto del mundo entienden su
historia. El camino venezolano debe ser distinto: antes de instaurar una
auténtica democracia, se debe demostrar a los ciudadanos y a los ojos del
mundo que aquí se vive en dictadura, no en democracia, y por ende los
venezolanos tienen la responsabilidad y el deber de desenmascarar la farsa,
y deslegitimar a Hugo Chávez y su régimen, antes de emprender la ardua tarea
de reconstruir el país según principios de justicia, igualdad, respeto y
transparencia.
Pablo Medina viene haciéndolo desde hace tiempo. Diego Arria lo hace cada
día con más convicción y autoridad. Y María Corina por fin está descubriendo
que el cazar águilas con temple y audacia reporta más dividendos políticos
que ofrecer más y mejores programas sociales.
Los venezolanos deben tener muy claro cuál es el camino que quieren seguir,
porque hay solo dos caminos. Los estudiantes que hasta ahora han invertido
su capital político en candidatos oportunistas deben decidir qué clase de
país quieren construir, porque el país que se está construyendo, o
destruyendo, ya les pertenece, para bien o para mal.
Nos toca a todos escoger este 12 de febrero entre un perverso puntofijismo del Siglo 21 y una
ruptura sistémica con el pasado. No nos queda otra.
Chávez: prisionero del gorilismo militar
Las preguntas son: ¿Cómo reaccionarán los factores civiles del PSUV y del gobierno ante esta creciente militarización de la burocracia del Estado y de la revolución? ¿Se mantendrán de brazos cruzados ante una pérdida de poder que no terminará hasta después que pasen a ser una insignificancia del proceso que tanto han contribuido a desarrollar y sobrevivir? ¿Resistirán y se aliarán con la oposición para salvar y fortalecer lo que queda de la democracia y reconciliar a un país que está pidiendo a gritos la unión de todos para no perder las primeras décadas del siglo XXI?
Chávez: prisionero del gorilismo militar
No hay dudas que Hugo Chávez confronta desde mediados del año pasado la misma situación que vivió el dictador, Marcos Pérez Jiménez, cuando intentó renunciar después de la derrota electoral del 2 de diciembre de 1952, decisión que se frustró cuando fue amenazado con su detención inmediata por el Alto Mando de la época, uno de cuyos oficiales le espetó ametralladora en mano (el teniente coronel, Oscar Tamayo Suárez, Comandante General de la Guardia Nacional): “¿Cómo que va a renunciar y nos va a dejar a nosotros desamparados para que la jauría de adecos, urredistas, copeyanos y comunistas nos despedacen?”.
Y fue así cómo el tímido, pusilánime y corto de luces coronel, Marcos Evangelista Pérez Jiménez, dio el golpe que desconoció el resultado electoral, asumió la dictadura y gobernó al país con mano de hierro durante 5 años, al final de los cuales fue derrocado por un movimiento cívico-militar y marchó a un exilio de por vida, solo interrumpido cuando regresó a Venezuela en 1963 para ser enjuiciado “por delitos de peculado y malversación de fondos” y condenado a 4 años, un mes y 15 días de prisión.
En el caso de Chávez, es evidente que la increpación de sus militares de más confianza, de generales como Henry Rangel Silva, Hugo “El Pollo” Carvajal, Clíver Alcalá Cordones, José Gregorio Montilla Pantoja, Luís Alfredo Motta Dominguez y del almirante, Carlos Aniasi Turchio (entre otros) se hizo, no por unas “elecciones perdidas”, sino por unas que “podían perderse”, y la alta oficialidad, a diferencia de la de Pérez Jiménez, tomó las previsiones para no correr los riesgos que les significaría verse abandonados por el hombre que, no sólo les ha dado poder e impunidad, sino sin cuyo abrigo podrían ser pasto de la justicia penal nacional e internacional.
Y no hay dudas de que ésta es la causa de que el enfático, copioso. incontenible verbal y propenso a deprimirse, teniente coronel, Hugo Chávez, abandonara su lecho de enfermo, interrumpiera el tratamiento que especialistas médicos cubanos le habían prescrito para superar una dolencia cancerosa de diagnóstico reservado, pero para echar el resto y jugárselas por los hombres a los cuales debe su permanencia en el poder, que algunos tratadistas juzgan inconstitucional y hasta contra el sentido común.
Lo cierto es que, desde el último trimestre del año pasado y el primer mes del presente, el gobierno o revolución chavista han tomado un giro netamente militar y francamente anticivil, con los hombres de los cuarteles pasando a ocupar más y más posiciones clave en la estructura burocrática del estado y los de cuello y corbata reducidos a someterse al mando de quienes, por concentrar el monopolio de las armas y la confianza presidencial, parecieran mejor dispuestos a recurrir a salidas límites ante las confrontaciones que lucen inevitables en el corto y mediano plazo de la crisis nacional.
Una primera señal en esta dirección fue dada el 5 de enero pasado cuando, el teniente coronel ®, Diosdado Cabello, fue nombrado presidente de la Asamblea Nacional, sustituyendo al civil y excomandante guerrillero de los 60, Fernando Soto Rojas, el cual, a pesar de sus discursos rocambolescos de radical revolucionario y chavista, mantuvo relaciones conciliadoras y de acercamiento con la bancada de oposición representada en el parlamento.
“Conmigo no habrá reconciliación” fueron las primeras palabras de Cabello al asumir su nuevo cargo, y con ellas, pareció salirle al paso a informaciones, según los cuales, no pocos parlamentarios oficialistas daban muestras de estar inclinados al diálogo y discutir salidas en caso de que el presidente Chávez perdiera las elecciones del 7 de octubre próximo.
Ahora bien, hasta la designación del teniente coronel ®, Cabello, para la presidencia de la AN, el cuerpo legislativo había estado controlado por el sector civilista del PSUV encabezado por el canciller, Nicolás Maduro, y el exministro del Sector Eléctrico, Alí Rodríguez, quienes, no por casualidad precisamente, habían recibido de parte de Chávez “despidos preanunciados”, el uno para ser lanzado como candidato a la gobernación de Carabobo en las elecciones que se celebrarán el 7 de diciembre y el otro para que viajara a Quito a encargarse de la presidencia de UNASUR.
Con estos anuncios, también llegaron decisiones que afectaron a otras dos figuras emblemáticas del sector civil del gobierno y la revolución: una que envía al ministro de Información y Justicia, Tareck El Aissami, a postularse como candidato a la gobernación del Estado Mérida, y otra al vicepresidente, Jaua, a hacer campaña por la gobernación de Miranda.
O sea que, si Maduro, El Aissami y Jaua, arrancaron como funcionarios de alto nivel en un momento en que la revolución parecía consolidada, y los militares lucían tranquilos, quietos, y sin insomnio por el futuro del corto y mediano plazo de Chávez y su experimento socialista y revolucionario, ahora, con el desgaste terminal de la revolución, Chávez con un pronóstico de salud comprometido y una derrota electoral ad portas, nada más lógico que sean los hombres armados y con causas con la justicia internacional, los que salgan a apostar “a todo o nada”.
Por ahora, ya Cabello está al frente de la Asamblea Nacional y decidido a reducir a los parlamentarios oficialistas con debilidades por una reconciliación del país, y, lo que es más cuartelario, dispuesto a meter en cintura, vía presupuesto, a aquellos gobernadores y alcaldes psuvistas con pocas posibilidades de ser reelectos y reacios a renunciar para que sus opciones sean asumidas por militares o civiles de alma, corazón y vida militaristas.
El cuestionado y solicitado por tribunales estadounidenses, general Rangel Silva, es premiado con el ministerio de la Defensa y el mensaje no puede ser más explícito para que el resto de la oficialidad con acusaciones por complicidad con el narcotráfico: el comandante-presidente no los dejará solos y estará siempre con ustedes, antes que con un civilismo ambiguo, cansado y con deseos de retirarse a disfrutar de sus activos bien, o mal habidos.
En la misma línea, ya pareciera estar resuelta la desaparición del ministerio del Interior y Justicia, o por lo menos su yuxtaposición, a un Superministerio de la Información, que tendría como titular al exdirector de la DIM, Hugo “El Pollo” Carvajal, al cual estarían adscriptas el SEBIN, la DIM, y las direcciones de inteligencia del Ejército, la Armada y la Guardia Nacional.
O sea que, Carvajal, igualmente en una lista del Departamento del Tesoro de USA, acusado de cómplice con narcotraficantes colombianos, se convertiría en el superjefe de los cuerpos de seguridad, inteligencia y contrainteligencia, con un control sobre la información política y militar del país como solo la tuvo el tristemente célebre director de la Seguridad Nacional, Pedro Estrada, durante la dictadura del general, Marcos Pérez Jiménez.
Las preguntas son: ¿Cómo reaccionarán los factores civiles del PSUV y del gobierno ante esta creciente militarización de la burocracia del Estado y de la revolución? ¿Se mantendrán de brazos cruzados ante una pérdida de poder que no terminará hasta después que pasen a ser una insignificancia del proceso que tanto han contribuido a desarrollar y sobrevivir? ¿Resistirán y se aliarán con la oposición para salvar y fortalecer lo que queda de la democracia y reconciliar a un país que está pidiendo a gritos la unión de todos para no perder las primeras décadas del siglo XXI?
Las respuestas es evidente que están en camino, tienen una primera fase de realización en los resultados de las primarias del próximo 12 de febrero, y, sobre todo, terminarán de hacerse explícitas cuando sepamos si Hugo Chávez es efectivamente el candidato oficial a las elecciones presidenciales del 7 de octubre, y si las gana o pierde.
En este contexto, pienso que la decisión de una mayoría de dirigentes y militantes del PSUV de unirse a la oposición para enfrentar y derrotar la militarización de país, es imperativa.Jesucristo Presidente
Dios llamó a su hijo, Jesús, y le dijo:
Ya no aguanto más tantas oraciones que recibo de los venezolanos para acabar con la delincuencia, la injusticia y la impunidad en su país. Así que te vas inmediatamente para allá, llévate un buen grupo de ángeles de tu confianza y pon en orden a ese país.
Jesús obedeció.
Tiempo después (aunque en el cielo no hay tiempo) Jesús regresó con Dios.
¿Qué pasó hijo? ¿Cómo te fue? ¿Se arregló todo en Venezuela? preguntó Dios.
¡Ay! Padre, contestó Jesús con cierto aire lastimero.
Y Jesús narró lo que pasó:
Formé un grupo especial de ángeles y aprovechando el año electorero logré ganar la Presidencia de Venezuela. La inmensa mayoría votó por mí, por ser hijo de Dios.
De acuerdo a la proyección de las metas lo primero que hicimos fue construir penitenciarias grandes en cada municipio del país pues sabíamos que las íbamos a necesitar.
Atrapamos a todos los narcotraficantes, ladrones, corruptos y secuestradores junto con sus colaboradores. Desde ahí empezó el problema. Cayeron jueces, jefes de policía, militares, banqueros, agentes de aduanas, transportistas, artistas y hasta gente del clero. Ni modo, todos a la cárcel pero se desestabilizó el sistema por la ausencia de esas personas en sus puestos.
Para mejorar la seguridad en la vía pública detuvimos a los conductores y confiscamos los vehículos circulando sin placas, licencia, con alcohol en sangre, en sentido contrario o con exceso de velocidad, estacionarse en lugares prohibidos, llevar gente en las bateas de las camionetas o camiones, violar leyes ambientales o llevar niños sentados en las piernas del conductor.
Desde ese día desaparecieron el 80% de las motocicletas, el 50% de los taxis, el 95% de las camionetas y autobuses urbanos (incluido metrobuses), el 20% de los vehículos de uso particular, el 95% de los vehículos de PDVSA y demas entes del gobierno. Tuvimos que crear grandes retenes nuevos para esos vehículos y contratar miles de personas para los trámites. Las calles empezaron a estar desiertas de vehículos pero llenas de gente sin poder trasladarse.
Envié a los ángeles a detener o multar a los ciudadanos que evadían impuestos, a los que se robaban la energía eléctrica, a los empleados publicos policamburistas y a los que se robaban cosas del centro de trabajo, a los que vendían o compraron títulos universitarios, a los que tiran basura en áreas verdes, a los que queman, a los que contaminan el aire, los ríos, lagunas y mares; también a los que pagaron cohechos (matracas, comisiones etc.) por trámites y a los que los recibieron, a los que compran cosas robadas; detuvimos a los policías con antecedentes penales o positivos al dopaje; a los periodistas y dueños de periódicos que sobornan o extorsionan, y ya teníamos los planes para meternos a los sindicatos, escuelas y hospitales para investigar a esa gente y castigar a los malos.
¡Estaba decidido a acabar con la impunidad, tal como lo piden los venezolanos!
¿Y luego? ¿qué pasó? preguntó de nuevo Dios.
Pues nada, dijo Jesús. Que se nos llenaron las carceles y con la agilidad del sistema jurídico venezolano necesitábamos tener encerrados y alimentar a varios millones de venezolanos. Las calles quedaron desiertas. Dejaron de funcionar la mayoría de las empresas e instituciones importantes, en una palabra, se paralizó el pais. Venezuela funciona gracias al sistema del que sus ciudadanos se quejan.
Bueno, intervino Dios, para eso te mande, para arreglar las cosas. ¡debiste quedarte a componer todo!
Jesús sonrió y le dijo a Dios:
Padre, tengo orden de arresto por fraude electoral, enriquecimiento presunto, abuso de poder, falta de acta de nacimiento, acusado de llegar a presidente fuera de la edad requerida y además extranjero. Me agregaron práctica ilegal de la medicina documentada en la biblia, y el clero me inició juicio por practicar la magia también documentada en la biblia.
Las marchas y manifestaciones pidiendo mi destitución acabaron por desquiciar el país y mejor salí huyendo hacia acá.
Por eso Padre, dijo Jesús, mejor déjalos como están, que se acaben solos entre ellos y después hacemos otro país con gente que sepa apreciar lo que les diste de recursos naturales, ubicación geográfica, clima, agua en abundancia y tierra fértil.
Pero te suplico, no me mandes otra vez. Con una crucifixión es suficiente !!
Los venezolanos quieren acabar con la impunidad, pero no de la propia.